Se acabó el calvario de la Champions

UEFA Champions League - Viktoria Plzen vs Barcelona FC

UEFA Champions League - Viktoria Plzen vs Barcelona FC

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

El Barça jugó ayer su último partido de Champions en diez meses. Condenado al purgatorio de la Europa League, víctima de su falta de competitividad y de sus propios errores, se ve abocado a disputar, a partir de febrero, la segunda división continental. El Barça cerró este martes la que ha sido su peor fase de grupos de la historia: solo dos victorias en seis encuentros. Ambas, por cierto, ante el Viktoria Plzen, el conjunto checo que ha sido incapaz de sumar ni un punto. Los blaugranas lograron anoche una victoria intrascendente que solo sirvió para sumar 2,8 millones de euros y para dar minutos a los futbolistas menos habituales en el conjunto de Xavi.

Entre ellos, el joven Pablo Torre, que por fin fue titular en el primer equipo. Torre, que marcó un gol, no tuvo una actuación especialmente lúcida, seguramente contagiado por el poco fútbol desplegado por el conjunto blaugrana. El Barça ganó con los suplentes pero volvió a evidenciar que la Champions es una competición que se le atraganta, incluso ante rivales teóricamente muy inferiores. Este martes se puso fin a la triste trayectoria blaugrana en la Copa de Europa, dejando claro que el equipo debe reforzarse todavía más de cara a la próxima temporada si quiere tener aspiraciones reales de ser un candidato al título.

Y es que el fracaso en la Champions ha sido un terrible golpe para el proyecto de Laporta y Xavi. El presidente no ha invertido más de 200 millones de euros en fichajes (después de activar hasta cuatro palancas financieras) para disputar la Europa League. La apuesta del presidente era al ‘todo o nada’ con el objetivo de resucitar deportiva, económica, institucional y mediáticamente al Barça. Se trataba de volver a competir con los más grandes en igualdad de condiciones. Con aspiraciones reales de optar a todos los títulos.

Y quedar fuera de la Champions antes de los octavos de final (por segunda temporada consecutiva) puede provocar la tentación de cuestionar todas las decisiones tomadas en un verano frenético. Desde el club se pide paciencia. Y se reajustan las expectativas: ahora lo que importa es la Liga. Xavi sigue siendo optimista. Y cree, realmente, en las opciones del nuevo Barça que está construyendo. Tras la triste despedida de la Champions, el firme mensaje del entrenador es el clavo al que se agarran todos los culés. La esperanza en un futuro mejor.