Deco, preparado para marcar la diferencia

Deco, durante una charla de LaLiga

Deco, durante una charla de LaLiga / EFE

Joaquim Piera

Joaquim Piera

El mundo del fútbol no es aún como el de las grandes multinacionales, donde a los altos ejecutivos se les aplica un ‘garden leave’ (una licencia de jardín), o sea un período de obligado descanso cuando cambian de compañía. Por eso, nada impedía a Mateu Alemany desvincularse del Barça y, al día siguiente, empezar en el Aston Villa. También, por esta misma regla, no hay ninguna incompatibilidad ética y contractual con Deco, que, cuando haya traspasado su exitosa agencia de representación de jugadores, D20 Sports, puede asumir la secretaría técnica blaugrana.

Es más, el posible éxito del lusobrasileño en los despachos de la Ciutat Esportiva Joan Gamper se basará, fundamentalmente, en poner en práctica todos los conocimientos que ha adquirido como agente.

Es esta faceta lo que le ha permitido hablar con CEOs y directores deportivos de las grandes ligas de Europa y Sudamérica y tener conocimiento de primera mano y sin intermediarios de cómo está el mercado y por qué tendencias actuales está regido. Y esta es una característica imprescindible para ocupar el cargo que desempeñará. 

La otra es ser discreto para saber gestionar el volumen de información privilegiada con la que trabajará en el club con más presión mediática del planeta. Esta es una virtud que ya tuvo en su vencedora etapa de jugador (en el Barça y en los otros equipos por donde pasó) y, mientras ha estado en el mundo de la representación.

Deco aterriza en Barcelona con una muy buena agenda de contactos y habiéndose ganado el respeto de la industria del fútbol. A ello hay que añadirle la buena sintonía que mantiene con Xavi, con quien ganó dos Ligas y una Champions bajo la batuta de Rijkaard, y, ahora, intentará repetir el mismo éxito, uno desde el banquillo y otro desde el despacho.

Otro de los puntos fuertes del futuro secretario técnico es su profundo conocimiento de dos mercados que son estratégicos. El primero es Portugal, que, más allá de la buen cantera local, es la puerta de entrada de muchísimos jóvenes futbolistas africanos. Y el segundo es Brasil, el mayor centro productor y exportador de talento.

En su rol de asesor externo de Laporta ya ha dado muestras, estos dos últimos años, de su capacidad de captar talento (gracias, en parte, a su equipo de trabajo local), al margen de que las operaciones no se hayan concertado por el Fair Play Financiero.

Deco tiene controlada algunas de las perlas de las prometedoras generaciones brasileñas que han ganado este año el Sudamericano Sub-17 y Sub-20. Y el Barça se va a beneficiar de esto. Que nadie lo dude.