Condenados a entenderse por Neymar

Lo que parecía increíble hace unas semanas, no es que sea ya posible sino que parece que ha pasado a un estado casi irreversible. Neymar tiene todas las papeletas para jugar en el Barça esta temporada a pesar de que todos los actores de este asunto lo negarán hasta que la evidencia lo haga inevitable. Y en toda esta historia, el futbolista ha jugado un papel clave para PSG y Barça estén condenados a entenderse.

En París no les interesa tener a un jugador que cobra 40 millones de euros netos en rebeldía y al Barça se le abre una posibilidad histórica de repescar a uno de los mejores jugadores del mundo. Es evidente que el sainete pasará por momentos complicados, por tensiones y comunicados varios, pero toda la sartén por el mango la tiene el propio Neymar. Si aprieta con todo, vestirá de blaugrana. Y, por ahora, está cumpliendo su papel.

El entorno del futbolista tiene claro que esto se cerrará más pronto que tarde. Al PSG no le interesa alargar un culebrón que puede manchar su imagen y comprometer seriamente su nuevo proyecto deportivo. Y el Barça está a verlas venir sabedor que el fichaje caerá como fruta madura. La única salvedad en todo este asunto es el gasto. Nadie en el Barça se imaginaba hace meses este escenario tan propicio y, por eso, se cerró la operación Griezmann, un fichaje que deja un margen de maniobra financiero casi nulo para afrontar otra macrooperación. Tanto PSG como Barça deberán ser muy imaginativos para firmar la que puede ser la gran operación del verano. Canje de jugadores...y alguna cosa más. Mucha ingeniaría financiera e imaginación para que Neymar vuelva a ser feliz.  A Valverde se le viene un bendito problema encima.