Christensen, un diez para la dirección deportiva

Se llegó a dudar de su fichaje antes de que fuera oficial, pero su rendimiento está siendo muy bueno

Llegó a coste cero en una buena maniobra de la dirección deportiva blaugrana

Christensen, en el duelo ante el Inter

Christensen, en el duelo ante el Inter / AFP

Ferran Correas

Ferran Correas

El pasado 4 de julio, el Barça hizo oficial la contratación de Andreas Christensen por cuatro temporadas. El defensa danés llegaba desde el Chelsea con la carta de libertad. Se hacía oficial lo que era un secreto a voces desde hacía unos meses, pues al quedar libre el 30 de junio, ambas partes habían formalizado ya un acuerdo siguiendo las normas de la FIFA.

En aquellos meses, fueron unos cuantos los que dudaron de aquel fichaje. Se llegó a comparar con aquella apuesta fallida del ucraniano Dmitro Chigrinskiy por parte de Pep Guardiola. Las dudas crecieron con la eliminatoria que el Chelsea jugó contra el Real Madrid, en la que el central danés fue superado por Benzema y Vinicius en el partido de ida jugado en Stamford Bridge. Y fueron a más después de que el jugador no disputase la final de la Cup contra el Liverpool. Se especuló que tenía pánico a jugar este tipo de partidos. Con todo ello, hay quien dijo que en el Barça algunos estaban arrepentidos de aquella contratación y que si pudiesen romperían el compromiso adquirido. También que la dirección deportiva blaugrana había fallado en su elección, debiendo haber apostado por Antonio Rüdiger, que también acababa contrato con el Chelsea y que acabó comprometiéndose con el Real Madrid.

Siete u ocho meses más tarde está quedando claro que aquella apuesta de la dirección deportiva fue todo un acierto, pues el rendimiento de Christensen, cuando ha sido respetado por las lesiones, ha sido magnífico, habiendo ganado el danés la partida a otros centrales como Eric Garcia y habiéndose ganado la condición de fijo en una defensa en la que también son imprescindibles Koundé y Ronald Araujo.

Christensen inició la temporada como titular para ir perdiendo protagonismo por la llegada de Koundé y también por un esguince de tobillo que se hizo en el campo del Inter y que le tuvo un mes alejado de los terrenos de juego. Volvió al equipo poco antes del Mundial y ha regresado de Qatar, cita en la que fue titular con su selección, mostrando un rendimiento excelente.

Jugó a un gran nivel en el derbi contra el Espanyol y su partido ante el Atlético de Madrid en el Metropolitano fue prácticamente perfecto. En defensa, formando una gran dupla con Araujo, pero también ayudando en la salida del balón y en la construcción del juego desde posiciones retrasadas.

Christensen está mostrando un gran grado de adaptación al estilo de juego del Barça, siempre complicado y se está demostrando que la apuesta que hizo hace más de un año la dirección deportiva fue todo un acierto.