Este Barça se parece cada vez más al Barça

Xavi, entrando en la rueda de prensa

Xavi, entrando en la rueda de prensa / JAVI FERRÁNDIZ

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

El camino de la resurrección se ha iniciado. Y es imparable. Xavi ha recuperado el modelo que hace ya demasiado tiempo que se había perdido. Está reconstruyendo un nuevo equipo a partir de las cenizas de un conjunto moribundo. Las victorias han empezado a llegar. Y pronto, muy pronto, también volverán los títulos. El recorrido hacia la gloria no será fácil. Habrá altibajos. Dudas. Incluso nervios. Pero el técnico sabe perfectamente que no hay que variar el rumbo. Porque es el único que llevará al éxito. El cuarto gol ante el Nápoles es el paradigma perfecto del estilo que está aplicando el entrenador: un rondo de más de un minuto en el que los once jugadores tocaron el balón hasta que Aubameyang lo envió al fondo de la portería. El Nápoles se mostró impotente ante el recital futbolístico del conjunto blaugrana… Lo mismo que les pasaba a todos los rivales en la época del Pep Team.

Aquel Barça perfecto es el que Xavi quiere ahora replicar. Salvando las distancias. Y sin tener a Valdés, Puyol, Iniesta, el propio Xavi o Messi… Está demostrando que con otros futbolistas, muy diferentes, se puede jugar igual. Porque lo importante es la idea. Y saber aplicarla. Y nadie mejor que Xavi para hacerlo. El técnico blaugrana volvió a recordarlo ayer: “Esto va de excelencia, de ganar, de hacerlo muy bien. En el campo y en las ruedas de prensa. No solo vale ganar. Hay que ganar y jugar bien”. Y en eso está. Sin duda. Xavi es consciente de que esto no ha hecho más que empezar. Pero está muy satisfecho con las sensaciones que transmite el equipo. Y por la imagen. Se ha recuperado el prestigio perdido después de tantos años de mediocridad y fracasos. Se trata ahora de mantenerlo. 

Los grandes triunfos logrados ante el Valencia y el Nápoles deben refrendarse hoy en el Camp Nou frente al Athletic, precisamente el último equipo que le endosó una derrota a este Barça en racha. Fue el 20 de enero. En los octavos de final de la Copa. Desde entonces, cuatro victorias y dos empates que han dado alas al proyecto de Xavi. Toca consolidar el buen rendimiento y la eficacia goleadora (ocho tantos en los dos últimos encuentros) para seguir creciendo. Y, sobre todo, para seguir creyendo. Creyendo en este nuevo Barça. Creyendo en el modelo. Creyendo en los jóvenes. Creyendo en los fichajes. Creyendo en los veteranos. Creyendo en el entrenador. Y creyendo en Laporta. Un presidente que, a pesar de las enormes dificultades, está cumpliendo su promesa: devolver la ilusión a todos los culés.