Opinión

Araujo, más que un simple gesto

Los difícil no es jugar con mascarilla sino haber rechazado ofertas que doblan lo que le paga el Barça

El uruguayo está destinado a liderar al equipo blaugrana muchos años

Araujo, con la máscara durante el entrenamiento

Araujo, con la máscara durante el entrenamiento / FCB

Hay futbolistas en un vestuario que se convierten en líderes naturales por su ejemplo. Ya sucedió con Carles Puyol en el pasado y ahora se está comprobando con Ronald Araujo. El uruguayo, que parece ajeno al dolor, competirá este fin de semana y algunos partidos más con una aparatosa máscara que debe evitar que su fractura en la mandíbula vaya a más. Y no es la primera vez que el uruguayo ha preferido pasarlo mal durante un rato antes que bajarse del autobús corriendo el riesgo de un percance físico mayor.

Su compromiso está fuera de toda duda, pero lo fácil muchas veces parecen estos gestos cuando Araujo ha tenido otros de mucho mayores que no han salido a la luz pública. Jugar con máscara es un esfuerzo, pero lo es mucho más rechazar ofertas que doblaban lo que le paga el Barça por querer jugar de blaugrana y por agradecimiento a un club que lo sacó de Uruguay cuando prácticamente nadie le conocía. Araujo renunció a mucho dinero en su momento y es prácticamente que salga algún día del Barça mientras su rendimiento sea top a no ser que el club se lo pida por necesidades económicas.

Quien descubrió a Araujo y se lo trajo para el Barça siempre tuvo claro que el uruguayo se convertiría algún día en el capitán del equipo. No tenía ninguna duda a pesar de que Araujo lo pasó mal en su aclimatación deportiva para encajar en el juego de toque del Barça. Superó muchos contratiempos hasta que le subieron al primer equipo dónde ha demostrado ser uno de los mejores centrales del mundo.

Por eso, parece extraño que Xavi algunas veces se lo lleve a la banda aunque sea para cubrir al mejor jugador del equipo rival porque hay equipos que pagarían auténticas millonadas para que liderase a su defensa desde la posición de central. El hombre de la máscara es, hoy por hoy, uno de los activos más importantes de una entidad que le va a mejorar contrato dentro de poco, por lo que parece. Y es que una cosa es compromiso, actitud, profesionalidad y nivel y otra cobrar mucho menos que algunos que rinden la mitad que él.