Opinión

La ansiada estabilidad de Xavi Hernández

Rueda de prensa de Xavi Hernández

Rueda de prensa de Xavi Hernández

La estabilidad es el bien más preciado en cualquier ámbito de la vida. Para conseguirla hacen falta dos cosas; tiempo y honestidad. La manera de plantear los partidos y la poca intensidad, están sacando de quicio al aficionado que jornada tras jornada ve como nada cambia. Tácticamente hay carencias grandes y la actitud de los jugadores brilla por su ausencia. No hay que ser el más entendido para darse cuenta de que esto es así. Este es el motivo por el cual los culers no están unidos y empiezan a tener dudas de si el proyecto va alguna parte o ha llegado a su fin. Si se quiere estabilidad, como pide el entrenador, hay que ser realistas y analizar las cosas como son y no como nos gustaría que fuesen. La retórica romántica del mister ya no convence a nadie y lo único que se pide son resultados y actitud. Lo que no puede exigir Xavi Hernández es que la prensa y los aficionados no se pongan las manos en la cabeza cuando las cosas no funcionan o cuando el juego carece de atractivo alguno. Es lo que tiene ser uno de los mejores clubs del mundo.

Pero pese a extrañas exigencias y evidente nerviosismo, hoy algo ha cambiado. Xavi ha dado el primer paso para redirigir la situación dejando de lado las excusas y hablando con claridad. Cogiendo el toro por los cuernos. En esta búsqueda de la estabilidad, el tiempo ya lo ha consumado, pero si empieza a hablar honestamente y a sacar las garras cuando las cosas no van bien -como hace el aficionado y la prensa-, muy probablemente se verá reflejado en el campo. Porque a los jugadores les debe pasar como a esos hijos hiperprotegidos por los padres, que piensan que los errores son ajenos a ellos y que, por culpa de esto, no son capaces de remediar las penurias. El primer paso es que él, como capitán de este barco, empiece a exigir actitud en el vestuario de la misma manera que hacen los aficionados y dejar de protegerlos con evasivas que, ya reutilizadas demasiadas veces, no convencen a nadie. Así quizás los culers y la prensa se unan todos a una y volvamos a creer en el proyecto de Xavi Hernández. Y así, finalmente, llegue la tan ansiada estabilidad.