Las Vegas aguarda una cita con la historia

San Francisco 49ers y Kansas City Chiefs derrotaron a Lions y Ravens respectivamente en las finales de Conferencia

El duelo entre Brock Purdy y Patrick Mahomes en la próxima Super Bowl de Las Vegas acapara todos los focos mediáticos

Purdy y Mahomes, los grandes protagonistas de la Super Bowl de Las Vegas

Purdy y Mahomes, los grandes protagonistas de la Super Bowl de Las Vegas / SPORT

Nil Jaimejuan

Nil Jaimejuan

Las Vegas ya se viste de gala para recibir a los dos grandes protagonistas de la Super Bowl LVIII, la gran final de la NFL que enfrentará a Kansas City Chiefs y San Francisco 49ers el próximo 11 de febrero en el Alliegant Stadium.

La gran fiesta del futbol americano enfrentará a dos viejos conocidos en estos lares. Estas dos franquicias también se enfrentaron en la Super Bowl de 2020, esa vez la moneda salió cara para los de Kansas en un encuentro con remontada en el último cuarto incluida y que supuso el primer anillo de la 'era Mahomes'; este podría ser el tercero, instaurando definitivamente una dinastía parecida a la del 'primer' Tom Brady en New England . En el otro lado aguardan unos Niners mejores que aquellos de hace casi un lustro, con el mejor arsenal ofensivo de toda la NFL y con un Brock Purdy que ya es una de las grandes historias que del deporte estadounidense haya visto jamás. Por si fuera poco, el trofeo Vince Lombardi no viaja a la Bahía desde hace casi tres décadas. Fue en 1995 ante los Chargers, con un tal Steve Young como MVP.

Kansas no se cansa de ganar

Ante el mejor equipo de la temporada, jugando contra el próximo MVP de la NFL en Lamar Jackson y frente a la defensa más talentosa sobre el emparrillado. Todas estas cosas importan poco cuando tienes a Patrick Mahomes como tu quarterback titular, un jugador que a sus 28 años ya puede decir que su legado está a la altura de los más grandes. El mariscal ha llegado a 4 Super Bowls en sus primeras seis campañas como titular, algo que ni tan solo Tom consiguió. El de Patriots sí que logró ganar tres anillos, un hito que Mahomes buscará repetir el próximo 11 de febrero y que lo colocaría en la carrera por soñar en lo que parecía inalcanzable: los siete anillos que Brady sumó en sus 23 temporadas como profesional.

Los Chiefs dominaron a Baltimore Ravens en el M&T Bank Stadium y sellaron la victoria por 17-10, acabando con los sueños de Jim Harbaugh y Lamar Jackson, entrenador y futuro MVP que han maravillado la liga los pasados meses pero a los que se les siguen atragantando los playoffs. El quarterback acumula un balance negativo de 2-4 en postemporada a sus 27 años y firmó su peor actuación en la final de Conferencia. Más allá de las 326 yardas totales y un touchdown, el de Ravens no encontró ritmo en ningún momento y se le vio extremadamente incómodo en el pocket. Una grotesca intercepción sentenció el partido a favor de los Chiefs, cuya defensa volvió a brillar cuando el equipo más lo necesitaba. Especial mención a LaJarius Sneed, cornerback que protagonizó una de las acciones del año tras arrebatarle el balón a Zay Flowers en la yarda 1 cuando el touchdown parecía hecho.

Kansas vuelve a su cuarta Super Bowl en cinco campañas. Territorio más que conocido para el tridente Reid-Mahomes-Kelce, tripleta que pasará a los anales de la historia como una de las más virtuosas y con una capacidad sobrenatural de anteponerse a los desafíos. Nadie confiaba en ellos para estar en Las Vegas, pero estos chicos no entienden de datos ni métricas. Tan solo saben ganar, y lo hacen extremadamente bien.

Los 49ers destrozan los sueños de la 'Motown'

Detroit Lions estuvo muy cerca de alcanzar su primer Super Bowl de la historia. Lograron ante Rams su primera victoria en playoffs en más de tres décadas, acabaron con Tampa y clasificaron para la final de la Nacional por primera vez desde el 1991. Tan solo quedaba derrotar a 49ers y el sueño del anillo estaría a un solo paso. Pero la NFL, por mucha mística que tenga, es una competición demasiado cruel, algo que la franquicia de Michigan volvió a vivir en sus propias carnes.

Brock Purdy volvió a mostrar entereza cuando sus 49ers más lo necesitaron

Brock Purdy volvió a mostrar entereza cuando sus 49ers más lo necesitaron / Scott Strazzante

Los de Dan Campbell firmaron una primera mitad memorable. Se marcharon al vestuario casi veinte puntos por encima del rival, un 24-7 que reflejaba la inmensa superioridad de Detroit sobre el verde. Gibbs y Montgomery asfaltaron una línea defensiva de San Francisco que era incapaz de parar la carrera, mientras que Ben Johnson desde la banda volvía locos a los linebackers. Parecía la noche perfecta, un día que toda una generación de fans de Lions llevaba esperando demasiadas décadas, pero ninguno de ellos esperaba la pesadilla que se venía encima.

Kyle Shanahan, en otra exhibición desde la pizarra, cambió por completo el guion de partido y volvió a sacar lo mejor de sus jugadores. Los de la Bahía volvían a poner la velocidad de crucero, aquella que los convierte en la ofensiva más creativa e impredecible de toda la NFL, y ante eso poco se puede hacer. McCaffrey en el backfield y Purdy y Ayiuk en el juego aéreo destrozaron la unidad defensiva de Lions y obraron el milagro en el Levi's Stadium, con marcador final de 31-34 que desataba la locura entre los fans de Niners. Son casi 30 años sin saborear la gloria, una sequía demasiado larga para una de las franquicias más exitosas de este deporte, con 5 Vince Lombardi en sus vitrinas.

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