¿Un último paso de los Phoenix Suns?

La franquicia de Arizona ha incorporado a Bradley Beal para formar equipo junto a las dos estrellas: Devin Booker y Kevin Durant

A las puertas del anillo en 2021, los Mavericks (2022) y los Nuggets (2023) dilapidaron las opciones en los dos últimos intentos

Beal, Booker y Durant, los líderes del proyecto de los Suns

Beal, Booker y Durant, los líderes del proyecto de los Suns / ESPN

Daniel Guillén

Daniel Guillén

La primera bomba del mercado ha caído en Arizona. Tras el desembarco de un jugador tan determinante como Kevin Durant a principios de año, la franquicia de la NBA ha conseguido el traspaso del escolta de los Washington Wizards, Bradley Beal, en lo que es una apuesta clara por nutrir con talento de rendimiento inmediato el ambicioso proyecto deportivo.

El equipo, de alguna manera, hipotecó su rotación y, sobre todo, su futuro para consechar el éxito en forma de primer anillo. La fórmula, en su primer intento, no salió como se esperaba. Los Nuggets de Jokic sacaron a la palestra todas las fisuras de un equipo tan talentoso como estancado. Y el primer sacrificado fue Monty Williams, que se quedó a las puertas del anillo hace justo dos años. En su lugar ha aterrizado un Frank Vogel que ya sabe lo que es campeonar en la NBA y cuyo pragmatismo y mano dura le pueden dar el salto definitivo a un equipo que, además de Booker y Durant, contará con Beal. Sin duda, uno de los favoritos. Y todo un aspirante al anillo.

El buen trabajo realizado en los Suns en el último lustro no ha tenido todavía premio. Finalista en 2021 y mejor equipo de la temporada regular en 2022, la postemporada se ha convertido en una pesadilla. Unos Dallas Mavericks liderados por Doncic y Brunson frustraron el sueño en una agónica serie a siete hace un año en las finales de conferencia y los Denver Nuggets se han regodeado en la herida en esta edición. Un 4-2 que fue tan duro como representativo: los Suns, que ya sufrieron para deshacerse de los Clippers en primera ronda, no fueron competitivos y solo la inspiración de sus dos estrellas maquillaron un escenario desolador.

La apuesta resultadista de la franquicia ha traído hasta Phoenix a Bradley Beal. Un jugador elegante, decisivo, que no conoce otra realidad que la de Washington en la NBA, donde lleva más de una década tras ser drafteado en 2012 con el pick 3. Su determinación, liderazgo y anotación lo elevan hasta un status importante en la liga, aunque casi sin recorrido competitivo: los Wizards no han pasado de semifinales de conferencia desde 1979 y tan solo se han clasificado para la postemporada en una ocasión (derrota en primera ronda vs. Philadelphia 76ers en 2021) en los últimos seis años.

La estrella de los Wizards, con un promedio de 23.2 puntos, 3.9 rebotes y 5.4 asistencias en 50 partidos esta tempordara, firmará por 46.7 milones de dólares esta temporada y tiene asegurados un total de 200 hasta 2026. El escolta rebasó el 50% (50.6%) de acierto en tiros de campo y registró un 36.5% desde el perímetro en su último año en Washington. A las puertas de la treintena, Beal afronta el que puede ser el gran reto de su carrera deportiva en la NBA.

El adiós de Chris Paul

La llegada de Beal a Arizona implica el adiós de Chris Paul. El base, en el ojo del huracán por su rendimiento en la última temporada y media, ha sido uno de los principales argumentos del crecimiento de los Suns. Titular en la dirección del juego en las últimos tres cursos, la franquicia ha hecho todo lo posible para buscarle un salida. Con 38 años, se une a Landry Shamet para salir traspasado rumbo a Washington, donde se presenta un futuro incierto: la franquicia de la capital de Estados Unidos podría cortarlo en una firme apuesta por la reconstrucción. En el traspaso se incluyen también varias segundas rondas y picks intercambiables.

Chris Paul, en una imagen de archivo con los Phoenix Suns

Chris Paul, en una imagen de archivo con los Phoenix Suns / NBA

Lesionado en la definitiva serie ante los Nuggets, el de Carolina del Norte pone fin a su etapa en Phoenix, donde no ha podido completar su primordial objetivo: el primer anillo de la historia de la franquicia y el suyo propio. Con dos medallas de oro en los Juegos Olímpicos de 2008 y 2012, el base no ha logrado el ansiado trofeo con Pelicans, Clippers, Rockets ni OKC. Tampoco con los Suns.

Vogel marca los ritmos

El extécnico de Los Ángeles Lakers, Frank Vogel, ha sido el elegido para asumir el gran reto de los Phoenix Suns. Un entrenador con un amplio conocimiento de la liga norteamericana de baloncesto: Indiana Pacers (2010-2016), Orlando Magic (2016-2018) y Los Ángeles Lakers (2019-2022) aparecen en su historial deportivo. Un entrenador pragmático, con cierto liderazgo y mano dura.

La principal misión del entrenador es recuperar la mejor versión competitiva de un equipo que contará con tres estrellas como Booker, Durant y Beal, además de piezas como las de Ayton. Y, sobre todo, potenciar la especialización defensiva. La presión será, eso sí, absoluta. Porque el anillo se ha convertido en una obsesión tras lo ocurrido en 2021. Los de Arizona alcanzaron las Finales de la NBA y se adelantaron con un dominante 2-0 frente a los Bucks. El resto es historia. La franquicia de Wisconsin le dio la vuelta (4-2) para evitar un acontecimiento histórico. Y los Mavs y los Nuggets ahondaron todavía más en la herida.

Su llegada casa mucho con la política de actuación de la propiedad de los Suns. Un equipo que priorice el presente y compita con ciertas garantías tanto en la fase regular como en la postemporada. Y para ello deberá encajar a las tres estrellas. Booker, Durant y Beal disparan la ilusión en Phoenix. No es para menos.