Smart carga contra los "Jays": "No quieren pasar el balón"

Los Boston Celtics empezaban una nueva temporada con la oportunidad de comenzar desde cero tras un año muy decepcionante. Los Orgullosos Verdes lo cambiaron prácticamente todo durante el verano, Brad Stevens cambió la pizarra por los despachos y dejó su lugar a un Ime Udoka que llegó con el beneplácito de sus dos estrellas, Jayson Tatum y Jaylen Brown. La plantilla también sufrió cambios, Fournier y Kemba Walker se marcharon para que volviera Al Horford y se firmó por una Mid Level Exception (MLE) a Dennis Schröder.

Parecía que era la fórmula perfecta para un nuevo comienzo, pero nada más lejos de la realidad. Los Celtics no han jugado un buen baloncesto en lo que va de temporada, la defensa no está funcionando y la ofensiva tampoco es la máquina bien engrasada que Udoka visualizaba al llegar cuando dijo que quería poner el balón en las manos de los "Jays".

Nada funciona en Boston

Los resultados no llegan y la química del equipo acusa las derrotas y así lo ha demostrado Marcus Smart en sus declaraciones tras la derrota ante Chicago, donde ha cargado contra los "Jays": "Simplemente me gustaría que jugáramos al baloncesto. Todos los equipos saben que estamos haciendo jugadas para nuestros mejores jugadores, Jayson y Jaylen. Y los rivales están sabiendo frenar eso. Y cuando nos paran, no podemos seguir haciendo eso. Creo que los sistemas que se hacen es para que ambos pasen la pelota y ellos no la quieren pasar".

Los Bulls dañaron aún más el orgullo verde

La derrota contra los Bulls llegó tras desperdiciar una ventaja de 17 puntos en un último cuarto para olvidar, donde el orgullo verde brilló por su ausencia al recibir un parcial de 11- 39 y así confirmar que los Celtics pasaron de ser un equipo ilusionante a estar sumidos en una grave crisis. Los de Boston acumulan 5 derrotas en lo que va de curso, dos de ellas especialmente dolorosas. El primer golpe fue ante los Raptors, un equipo inferior que propinó a los de Udoka un duro correctivo por 32 puntos de diferencia, una derrota que fue acompañada de silbidos y abucheos en el TD Garden. El segundo golpe ha venido en el partido contra los Bulls.

Ahora habrá que esperar cuál es la respuesta de los jugadores, si hay una reacción o si la crisis obliga a tomar decisiones precipitades en medio de la temporada, en forma de traspaso o cambios en el banquillo.