Año nuevo, mismos problemas para Doncic en Mavs

Los Dallas Mavericks son octavos en la Conferencia Oeste y acumulan ahora tres derrotas consecutivas

Los alarmantes problemas defensivos de los tejanos ponen en duda la continuidad de Jason Kidd al banquillo

NBA - Boston Celtics at Dallas Mavericks

NBA - Boston Celtics at Dallas Mavericks

Nil Jaimejuan

Nil Jaimejuan

Nos encontramos a mitad de temporada en la NBA, un tramo decisivo para las franquicias y sus aspiraciones de cara a futuro. Algunas piensan ya en el draft, otras saben que pelearán por playoffs o anillo y unas cuantas están pendientes del mercado para mover ficha y avanzar puestos. Sin embargo, hay otras que están en el limbo más absoluto, en un punto de 'ni atrás ni adelante'. Ese parece el caso de los Mavericks de Doncic en la actualidad.

Como viene sucediendo las pasadas campañas, los de Dallas parecen abonados a la mediocridad en la Conferencia Oeste. Este 23/24 están empeñados en hacerlo de nuevo. Tras casi una cincuentena de partidos a las espaldas, los Mavs ostentan un balance de 24 victorias y 20 derrotas que los coloca en la última plaza de playoff, en el octavo puesto.

Con Luka.. tampoco hay paraíso

Cuando hablamos del rol de Doncic en este equipo, estamos ante un caso único en la NBA. El esloveno es, más allá de uno de los mejores jugadores en el libra por libra del planeta, la estrella más influyente en su equipo. En la franquicia tejana todo pasa por las manos - y la cabeza - de Doncic. El juego ofensivo sin él en pista es digno de la zona baja de la liga, pero tampoco puede obrar milagros, y esta temporada se está demostrando que ni sus históricos números mantienen a flote al equipo en el Oeste.

Los Mavs, pese al retorno de Luka tras lesión, acumulan tres duras derrotas consecutivas, la última ante unos los Suns de Booker con exhibición del estadounidense incluida: 46 puntos, 7 rebotes y 3 asistencias para el 'archienemigo' del esloveno y con el que su pique en cancha es ya tradición.

Devin Booker, de los Phoenix Suns, ante los jugadores de los Dallas Mavericks Maxi Kleber, Tim Hardaway Jr. y Luka Doncic

Devin Booker, de los Phoenix Suns, ante los jugadores de los Dallas Mavericks Maxi Kleber, Tim Hardaway Jr. y Luka Doncic / AP

Dallas es el 12o en rating ofensivo, con 117.1, y aspira a estar entre las mejores cuando las lesiones respeten a todos los titulares. Kyrie, Luka, Exum y Lively se han perdido un considerable número de partidos y eso ha lastrado el juego coral de una escuadra con buenos porcentajes en el tiro: 36.9% desde la larga distancia siendo los terceros que más meten por noche.

Sin embargo, los malos números apuntan a la otra dirección. La defensa sigue siendo un quebradero de cabeza en el American Airlines Center.

Kidd, el señalado

Los Mavericks son la novena peor defensa en rating (116.9) y rozan los números de Portland o Warriors, que esta campaña están rozando el ridículo en este lado de la cancha. El principal señalado de estos problemas atrás es Jason Kidd, entrenador jefe que parece estar en la cuerda floja desde el descalabro que se vivió el año pasado (no entraron ni en play-in) y cuyas habilidades en tejer una cierta solidez defensiva son cada vez más cuestionadas.

Los pupilos de Kidd son el décimo equipo que más puntos encaja (117.8), el tercer peor en puntos recibidos al contraataque (16.8) y los antepenúltimos en rebotes permitidos al rival, con una media de 55.6. Eso explica el por qué Dallas es la sexta franquicia que más puntos recibe en segunda oportunidad (14.5) y en canastas en su propia pintura (53.4).

Jason Kidd, entrenador de Dallas Mavericks

Jason Kidd, entrenador de Dallas Mavericks / AGENCIAS

No hay ningún perro de presa en el exterior, ni tampoco Dereck Lively tiene la madurez ni experiencia suficiente como novato para ser ese protector de aro tan necesario. Urge un pívot con presencia en la pintura. Ni Luka, Kyrie, Jones o Hardaway, para nombrar algunos, pueden asumir el rol de sostener a la estrella rival, algo tan necesario en el baloncesto actual en el que todos los equipos cuentan con bases o escoltas capaces de crear sus propios tiros.

"Jugamos físico los primeros minutos pero después nos vivimos abajo. Tenemos que mantenernos todo el partido pero nos cuesta. Pienso que cuando imponemos ese ritmo en defensa, somos un equipo difícil de batir" aseguró Luka en la rueda de prensa tras el choque ante Phoenix.