Elecciones generales

El PSOE cree que el frente común de Junts y ERC acerca la investidura de Sánchez

Los socialistas dicen no tener ninguna prisa a la espera de que se constituya el Congreso el próximo 17 de agosto

Pedro Sánchez y María Jesús Montero celebran el resultado electoral, el domingo en la sede del PSOE.

Pedro Sánchez y María Jesús Montero celebran el resultado electoral, el domingo en la sede del PSOE. / AFP

Juan Ruiz Sierra

La actitud negociadora del 

PSOE

 para lograr la investidura de 

Pedro Sánchez

 es diametralmente opuesta a la del PP para hacer presidente a

 Alberto Núñez FeijóoEl líder de los conservadores, que ganó las elecciones con 136 escaños pero obtuvo un resultado insuficiente, no para de publicitar sus contactos y recibe sonoros rechazos por parte del PNV. Los socialistas, mientras tanto, dicen no tener ninguna prisa, a la espera de que se constituya el Congreso el próximo 17 de agosto, Feijóo asuma su "fracaso" (solo suma con Vox y UPN 170 diputados, seis por debajo de la mayoría absoluta) y entonces ellos empiecen la interlocución en serio para lograr el apoyo de 

ERC

, Bildu y los nacionalistas vascos y la abstención de 

Junts

. “Nadie está negociando”, insisten en la cúpula del PSOE. 

Pero eso no impide que algunos movimientos que se han producido tras las elecciones generales del domingo sean vistos con optimismo por parte de los socialistas. Uno de los más relevantes, adelantado por El Periódico, de Prensa Ibérica, es la intención de los posconvergentes de articular un frente común con los republicanos para explorar la investidura de Sánchez. Sin querer anticipar nada, fuentes tanto del PSOE como del PSC consideran que ese enfoque por parte de los partidos catalanes podría facilitar el acuerdo. La iniciativa de la formación de 

Carles Puigdemont, señala un dirigente de los socialistas catalanes, supone “una justificación para ceder”. 

Los colaboradores del presidente en funciones reconocen que la negociación se presenta en el frente catalán más complicada que la de hace tres años y medio, tras las generales de noviembre de 2019. A Sánchez le bastaba entonces la abstención de ERC, algo que consiguió gracias a la constitución de la llamada mesa de diálogo entre el Ejecutivo central y el Govern. Ahora necesita el voto a favor de los republicanos, algo que el partido de Pere Aragonès ha dado en ocasiones casi por garantizado, y la abstención de Junts. Esto último es lo más difícil, pero el pálpito en los socialistas es que acabará fructificando. Entre otros motivos, porque creen que los posconvergentes, que el domingo obtuvieron los mismos escaños que

Sumar

y ERC (7) pero fueron la quinta fuerza en votos en Catalunya, no votarán junto al PP y Vox en contra de Sánchez, algo que abocaría a una repetición electoral.    

El foco, en el PP

Ahora, en cualquier caso, toca tranquilidad. Que el PP, donde ya empiezan a aparecer críticas a Feijóo, “se cueza en su propia salsa”, explican fuentes de la ejecutiva socialista. Ni el PSOE ni la Moncloa anticipan qué propondrán a Junts para que facilite la reelección del presidente en funciones. De momento solo han dejado claro qué es lo que no están dispuestos a ofrecer en ningún caso: ni la amnistía sobre el proceso independentista de 2017 ni el referéndum de autodeterminación que pide Junts. 

"Discreción en las negociaciones y publicidad en los acuerdos cuando se logren", ha señalado este miércoles el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, para quien los intentos negociadores del PP solo pretenden enmascarar el resultado electoral. “[Los conservadores] están entreteniéndose en fingir que Feijóo puede tener una investidura para esconder su fracaso -ha argumentado-. A las pruebas nos remitimos. Algunos partidos directamente le cierran la puerta en las siguientes horas de recibir su llamada”.  

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