Euforia en Mallorca con las campeonas azulgranas Cata Coll y Mariona Caldentey

La histórica final España-Inglaterra de fútbol femenino se pudo seguir en el Centre Cívic de Portocolom en medio de una gran expectación

Jaume Lluch, abuelo de la guardameta de España, también siguió el partido junto a medio millar de sus paisanos

Pantalla gigante en Portòl para seguir la final del Mundial de Fútbol femenino con amigos y seguidores de Cata Coll

Pantalla gigante en Portòl para seguir la final del Mundial de Fútbol femenino con amigos y seguidores de Cata Coll

EFE

La final del Mundial Femenino entre España e Inglaterra ha reunido a cientos de eufóricos aficionados este domingo frente a las pantallas gigantes instaladas en Palma, Felanitx y Pòrtol para ver en acción al combinado nacional de Jorge Vilda y a las mallorquinas azulgranas Cata Coll y Mariona Caldentey.

El optimismo inicial ante la histórica posibilidad de que España levantara la Copa del Mundo, se transformó en locura colectiva en la isla con el triunfo 1-0 ante las inglesas, en un choque con los nervios desatados en los minutos finales y que fue seguido con pasión en la isla.

En la capital balear los aficionados vieron el partido en el Polideportivo Son Moix, en un evento organizado por el Ayuntamiento de Palma, que también habilitó dos video marcadores para que ninguno de los presentes perdiera detalle alguno de lo que estaba ocurriendo en el Accor Stadium de Sídney (Australia).

En la localidad de Pòrtol, donde nació la portera Cata Coll, el Ayuntamiento de Marratxí instaló una carpa en la plaza Can Flor, y en Felanitx, ciudad natal de Mariona Caldentey, la histórica final España-Inglaterra de fútbol femenino se pudo seguir en el Centre Cívic de Portocolom en medio de una gran expectación.

"Estoy feliz, super emocionada. Han sido muchos años de esfuerzo y sacrificio para cumplir este sueño", dijo a EFE Antonia Lluch, madre de Cata con lágrimas en los ojos. "Mi hija ha jugado bien. Resolvió todo lo que crearon en ataque las inglesas. España tuvo muchas ocasiones para no tener que sufrir tanto al final", añadió.

Jaume Lluch, abuelo de la guardameta de España, también siguió el partido junto a medio millar de sus paisanos en la plaza de Pòrtol.

Antonia explicó que su marido, Fernando Coll, había viajado a Sidney junto a Pablo Roca, entrenador de porteros y fundamental en la carrera de Cata.

"Estoy algo nerviosa. Me ha escrito que ella y sus compañeros saldrán a disfrutar", declaraba en la previa del partido.

A la ciudad australiana también viajó María Oliver, madre de Mariona Caldentey.

Pòrtol, de unos 4.000 habitantes, localidad situada a unos 23 kilómetros de Palma, se volcó para apoyar a Cata. "El pueblo ha respondido, el ambiente es espectacular", dijo a EFE Juan Antonio Estarellas, regidor de Deportes del ayuntamiento de Marratxí.

La plaza de Pòrtol fue una marea roja desde mucho antes del inicio del partido y la euforia se desbordó al final, con cientos de portalanos luciendo una camiseta roja con la leyenda: "Tots amb na Cata" (Todos con Cata).

Enarbolaron banderitas españolas siguiendo las evoluciones de la portera de España. Muchos lloraron mientras abrazaban a la madre y el abuelo de Cata Coll al grito de "somos campeones del mundo".