Dani Alves, la niñera de Neymar

La principal misión de Dani en Qatar es marcar en corto a Ney: ser su confidente y su tutor como hizo en el Barça y en el PSG

Si llega el 'Hexa' de Brasil en el Mundial, una parte bien generosa del trofeo le pertenecerá a Alves por su gestión extracampo

Tite: "El criterio para elegir a Daniel Alves fue el mismo para todos"

Tite explica por qué ha incluido a Dani Alves en la convocatoria de Brasil para el Mundial de Qatar 2022 / EFE

Joaquim Piera

Joaquim Piera

La presencia de Dani Alves, en Qatar no ha gustada nada a sus compatriotas. Para quien lleva 20 años esperando el ‘Hexa’, la convocatoria del lateral diestro de 39 años, que será suplente del suplente (o sea, de Danilo y, si es necesario, de Éder Militao) se ha interpretado como una extravagancia innecesaria.

Ronaldo, por ejemplo, cree que sería más útil llevarse a Endrick, la joya del Palmeiras de 16 años que el Barça monitoriza, para que, como le ocurrió a él en 1994, no juegue ni un minuto pero que vaya cogiendo experiencia pensando en la próxima cita mundialista.

Tite insiste en que Alves juega un papel clave en el extracampo, que es un ganador nato y que impregna al grupo con su competitividad. En realidad, lo que el técnico gaucho no ha querido verbalizar, y la prensa brasileña omite por voluntad propia, es que el bueno de Dani tiene la misión de marcar en corto a Neymar.

Ser su confidente, su tutor, pero, dado el complejo de Peter Pan del ‘10’ de Brasil, le tocará ser más una niñera. El seleccionador brasileño ha aprendido de la experiencia fallida de 2018, cuando Ney, que estaba lesionado en un tobillo, se convirtió en un meme global rebozándose en el césped como una croqueta, como táctica para resguardarse de las entradas recibidas.

Neymar y su entorno salieron de control. ‘O pai do craque’ llegó a insultar gravemente a una periodista de Folha de Sao Paulo. En Rusia, no estaba Alves por culpa de una lesión en la rodilla derecha. En Qatar, sí.

Tite ha pacificado internamente la Seleçao creando el vestuario más unido con el que jamás Brasil encaró un Mundial: en 2002, por ejemplo, en la llamada ‘familia Scolari’, Ronaldo y Rivaldo no se hablaban. Ahora, se han cuidado todos los detalles, por eso, no está Gabigol, posible foco de conflicto, y sí su compañero en el Flamengo Pedro, o Gabriel Martinelli, delantero del Arsenal.

Dani junto con Thiago Silva son los dos únicos capaces de coger de la pechera al ‘10’ y pegarle pegar cuatro gritos si es necesario. Marquinhos, capitán del PSG, también puede interferir, pero con formas mucho más suaves.

Desde que el ‘menino Ney’ debutó con Brasil, en agosto de 2010 con Mano Menezes, Alves fue quien lo tuteló. El bahiano fue fundamental para convencerle a fichar por el Barça en 2013 y para hacerle de puente con Leo Messi y un grupo multicampeón.

Y que nadie olvide que, en el fatídico verano del 2017, Neymar exigió la presencia de Dani en el PSG como condición sine qua non para firmar, y el lateral, procedente de la Juventus, aterrizó quince días antes a París que el entonces 11 blaugrana. Si llega el ‘Hexa’, una parte bien generosa del trofeo le pertenecerá a Alves.