Stéfano Domenicali, un corredor de fondo al frente de Ferrari

Después de una jornada dedicada por entero a MotoGP, la F1 recuperó el protagonismo en el tradicional encuentro con la prensa en Campiglio

Stéfano Domenicali (Imola, 11 de marzo de 1962) es el nuevo responsable del equipo Ferrari después de que su antecesor, el francés Jean Todt, haya sido promovido a Administrador Delegado de la marca que preside Luca Cordero di Montezemolo. Este joven italiano, licenciado en Economía y Comercio, que llegó a la Scuderia en 1991, debutó en el cargo el pasado domingo durante la presentación del F2008.

Su presencia reafirma la línea de continuidad de Todt y remarca el dominio italiano instaurado tras la marcha de la Scuderia de Michael Schumacher y Ross Brawn, quien después de un año sabático se ha 'fugado' a Honda al comprobar que el cargo al que aspiraba era, precisamente, para Domenicali.

Pocos conocen Ferrari mejor que este italiano, que llegó a la marca recién salido de la universidad y que ha pasado, prácticamente, por todos los departamentos y responsabilidades. Empezó a trabajar en el área industrial, pasando a la deportiva coincidiendo con la llegada de Jean Todt en 1993. Ha trabajado en el área administrativo-fiscal, en la de personal, como gestor del circuito de Mugello, donde fue director de carrera, en el equipo de F1 en el área organizativa, en el muro y en los últimos años como director deportivo, mano derecha del francés. "Han habido muchos años de formación hasta llegar hasta aquí, pudiendo aprender en un ángulo de 360 grados, siempre al lado de Todt", comentó ayer en un largo y fructífero encuentro con los periodistas.

Stéfano Domenicali desveló que se enteró de su ascenso profesional pocos días después de celebrar el título de Kimi Raikkonen. "Todt me llamó a su despacho y me lo comunicó. Fue increíble y me sentí como un chaval con zapatos nuevos. Es una extraordinaria responsabilidad y estoy muy orgulloso, pero soy el mismo de antes y pienso afrontrar con el mismo espíritu positivo y mucho trabajo este desafío", dijo.

Comparó el momento de su llegada, justo después de ganar el título, con el de Todt, que llegaba para poner fin a una larga sequía. Al respecto, remarcó que "la dificultad es mayor porque ahora el nivel es más alto que entonces y nuestro reto es mantenernos, aunque en frente tenemos colosos del automóvil que invierten muchos recursos. Nunca puedes bajar la guardia, ya que sólo que falle un eslabón de la cadena es muy difícil de recuperar".

Sobre su predecesor comentó que "hay que reconocer que su dedicación al trabajo era impecable. Estaba encima del más mínimo detalle de forma intransigente. ¿Defectos? en las relaciones directas a veces utilizaba un tono brusco que no le ayudaba. Yo, por mi parte, vivo intensamente todos los momentos, aunque no dejo que luzcan mis sentimientos".

Las referencias a McLaren fueron constantes y apuntó que "uno de los éxitos de Ferrari en los últimos años ha sido saber gestionar a los pilotos. Cada uno quiere ser el más fuerte, pero ello hay que aplicarlo al equipo. Uno de nuestros puntos fuertes es que los pilotos saben y respetan las reglas de juego". En referencia a ello hizo hincapié en que "el carácter de los pilotos es diferente, pero tienen que saber que el bien del equipo está por encima de todo y hay cosas que no se pueden transgredir. Para ello, Felipe y Kimi son personas ideales".

Mucho se ha hablado en los últimos meses de la posibilidad de que Fernando Alonso recalara en Ferrari. "Han habido muchas especulaciones, ciertamente, pero en estos momentos no lo consideramos porque nuestros pilotos tienen dos años más de contrato, es la pareja ideal y tienen toda nuestra confianza. En el futuro, veremos".

Por otro lado, sobre el piloto español apuntó que "Fernando es un gran piloto y los resultados hablan por si solos. De todas formas, no quiero comentar nada sobre sus problemas con McLaren y Hamilton porque nosotros tenemos que estar concentrados en lo nuestro y en el futuro".

El escándalo de espionaje de Nigel Stepney centró la atención gran parte del 2007. "Debemos mirar al futuro, pero sin olvidar el pasado. Por el bien de la F1 estamos obligados a trabajar juntos, pero ahora será difícil, ya que se han producido unas heridas que necesitan tiempo para curarse", aseguró y apuntó que "estaremos atentos" a que no les hayan copiado nada. Domenicali hizo referencia también en que han adoptado "medidas de seguridad industrial para que ello no vuelva a suceder" y calificó de "traición y deslealtad" lo sucedido.

Por último, en cuanto al próximo campeonato y a la hora de evaluar a los rivales, destacó que "hay que ser muy cautos y pensar que todos han dado un paso adelante. McLaren, a priori, es el gran rival, aunque la marcha de Alonso les perjudicará en el Mundial de Marcas. Hay que estar atentos con Renault, que el año pasado se concentró antes que nadie en el R-28 y además ha recuperado a Fernando. Tampoco podemos olvidarnos de BMW; en definitiva, un gran respeto hacia todos".

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