Marc Márquez y Honda parten de cero

El test de este martes en Valencia será fundamental para Honda y un Marc Márquez que por fin ha dejado atrás sus problemas físicos y quiere volver a ganar en 2023

"En Honda están dormidos. Si Marc no les aprieta, no reaccionan", advierte su hermano Álex, que mañana se estrena con la Ducati de Gresini

Marc Márquez ha recuperado la sonrisa y las buenas sensaciones al pilotar

Marc Márquez ha recuperado la sonrisa y las buenas sensaciones al pilotar / motogp

Laura López Albiac

Laura López Albiac

El Gran Premio de la Comunitat Valenciana bajó el telón a la temporada con nuevo campeón en la clase reina, Pecco Bagnaia (Ducati), y con una nueva caída de Marc Márquez, que, sin nada que perder, ya lo había advertido antes de la carrera: "O podio o en el suelo". Fue lo segundo, pero a pesar de ello, Marc se despidió con una sonrisa delatora: Vuelve a disfrutar pilotando, ha dejado atrás sus problemas físicos y espera volver a la senda de las victorias en 2023. Eso sí, necesita que Honda cumpla su parte del 'trato' y que a partir de este martes en el test de Cheste pongan las bases de una moto ganadora.

"El test es un primer paso, pero no es el definitivo. Hay que ver si se nota la pequeña mejoría. Se tiene que probar todo, porque hay mucho trabajo por delante. Yo he cumplido con mi recuperación y el año que viene daré el cien por cien para estar en el grupo de pilotos que peleen por el título, pero no dependerá solo de mí que lo consigamos. Claramente la moto que tiene que mejorar si queremos luchar por el campeonato", insiste el piloto de Cervera.

La 'pelota' está en el tejado de Honda y Márquez presiona a la cúpula japonesa. Su hermano Álex, que mañana se subirá por primera vez a la Ducati de Gresini después de tres años en HRC, le ayuda ya a distancia: "En Honda están dormidos. El problema es que solo ponen los huevos en el cesto cuando está Marc, y cuando les aprieta", apunta

El octocampeón, que conquistó su última corona en 2019, reconoce que el desafío es mayúsculo partiendo de cero después de un mala racha de resultados sin precedentes para la marca del ala dorada: "No podemos ser favoritos de entrada el año próximo porque somos los únicos, la única marca, que no ha ganado ninguna carrera este año. Han ganado todos, Ducati, Yamaha, Aprilia, KTM y Suzuki, menos nosotros. Ha quedado demostrado este año que todas las marcas han crecido muchísimo. Ya dije el viernes que yo espero dar un paso más en mi recuperación de cara al año que viene, pero Honda debe da dos. Hemos acabado los últimos en el Mundial de constructores y eso lo dice todo”.

En todo caso, la crítica de Márquez pretende ser constructiva, un estímulo para su equipo: "Confío plenamente en Honda, me ha dado muchas alegrías en mi carrera deportiva y me las dará el año que viene, por eso me he operado y desde mi vuelta he intentado subir al podio, porque confío en lo que hay detrás. Y sé que son capaces. Nos tenemos que ayudar mutuamente. Cuando ves que una fábrica como Honda reacciona no puedes decir nada. Están en ello y el martes daremos un primer pasito y en febrero espero qie la moto definitiva sea competitiva".

Después muchos sacrificios para recuperarse de múltiples intervenciones, -en sus dos hombros y por cuatro veces en el brazo derecho que se rompió en Jerez 2020-, Marc está motivado y feliz. "Toco madera pero este va a ser el primer invierno sin tanta camilla desde hace muchos años y eso lo voy a notar. Hubiese firmado en cualquier servilleta si me dicen que de la cuarta operación salgo como estoy. La manera en la que he evolucionado físicamente ha sido muy buena. Significa que decidir operarme después de Mugello fue el paso correcto. Podría haber seguido y operarme en invierno pero eso hubiera condicionado la temporada 2023. La decisión de volver en el test de Misano también fue correcta. Cada vez estoy mejor y con ganas de ver este invierno cuál es mi máximo físico", concluye.