Mosley, contra las cuerdas

El cerco sobre el presidente de la FIA se estrecha y ya hay quien pide abiertamente su dimisión. La Asamblea no se podrá celebrar en un mes

Max Mosley, presidente de la FIA, se encuentra bajo una enorme presión que aumenta a medida que pasan los días y se suman las personas o entidades que piden su dimisión.

Siguiendo al anuncio de seis constructores para que el presidente se explique, ADAC, el automóvil club más grande de Europa, hizo un llamamiento ayer a Mosley para que "reconsiderara seriamente su posición" como presidente. El presidente de la Federación Holandesa, Arie Ruitenbeek, también anunció en la BBC que su entidad votaría en contra suya en la asamblea extraordinaria que ha sido convocada porque "de una persona de su perfil ésto no se puede aceptar".

Yitzhak Milstein, el presidente del automóvil club israelí, se mostró enormemente sorprendido porque "nuestros contactos siempre habían sido próximos y correctos, nunca me dejó entrever lo que se ha reflejado en esta historia, aunque hay que esperar a que se confirme para sacar conclusiones. El tema es muy grave".

La asamblea extraordinaria se celebrará como pronto en seis semanas, puesto que ese es el plazo que estipulan los estatutos de la FIA, según confirmó un portavoz. En los próximos días, el senado de la FIA decidirá sobre la asamblea, que se celebrará en París y, posteriormente, habrá un periodo de citación de todos los miembros. "Sencillamente, no es posible que siga como cabeza de la federación", dijo el triple campeón mundial Jackie Stewart, que mantiene un enfrentamiento con Mosley desde hace años.