La última crisis de Ferrari

La prensa italiana se despide del título en 2023 mientras Sainz y Leclerc se desesperan con un monoplaza "difícil de entender y de conducir"

El año pasado a estas alturas Leclerc lideraba el Mundial con 104 puntos y ahora es séptimo en la general con 34, diez menos que Sainz

Charles Leclerc, muy lejos de la batalla por el título con Ferrari este año

Charles Leclerc, muy lejos de la batalla por el título con Ferrari este año / Scuderia Ferrari

Laura López Albiac

Laura López Albiac

Ferrari llegará a Imola, la próxima semana, sumido en una crisis de proporciones aún inciertas. Puede que un nuevo paquete de mejoras les permita ofrecer un rendimiento similar al logrado en Bakú, donde Charles Leclerc firmó los dos primeros podios y poles de la temporada para la Scuderia. O por el contrario, puede que vuelvan a tener otro fin de semana de pesadilla como el vivido en Miami, donde tanto Leclerc como Carlos Sainz terminaron desesperados con un coche que ambos consideraron “muy dícifil de entender y de conducir ”.

“Después de pelear con Alonso en el primer stint, acabar a más de 20 segundos en el segundo es difícil de aceptar”, lamentó Sainz , quinto en meta después de arrancar tercero. Peor aún fue el balance de Leclerc, que se estrelló en su intento definitivo de vuelta rápida en Q3, partió séptimo en parrilla y no pudo mejorar esa posición en el tramo final de la carrera, bloqueado por el Mercedes de Hamilton.

“Lo hemos comentado con con Carlos. Nos falta consistencia en el coche. No es que cambie entre curvas, es que en la misma curva puedo pasar de un enorme sobreviraje a un enorme subviraje. Es un monoplaza sensible, el viento le afecta mucho”, dijo el monegasco, que hace un año, a estas alturas de la temporada lideraba el campeonato con 104 puntos y hoy marcha en séptima posición, con 34 puntos, diez menos que su compañero.

Bofetada en carrera

Los de Maranello tenían muchas esperanzas depositadas en su monoplaza SF-23, que se ha revelado muy rápido a una vuelta, pero naufraga estrepitosamente en carrera. “Luchamos por la pole el sábado y luego llega el domingo y nos dan la bofetada. Debemos seguir trabajando y probando cosas", reconocía Sainz, frustrado por no poder mantener el ritmo ante Aston Martin ni Mercedes, superado claramente por Alonso y Russell, aol margen de la distancia sideral que les sacan este año los Red Bull.

"Tenemos muy poca flexibilidad con nuestro coche para hacer estrategias y a la mínima que pruebas algo diferente lo pagas. Sufrimos mucho con la inconsistencia y  sobrecalentamiento. Aston Martin tiene mucha mejor degradación y los Mercedes están a un segundo en la qualy y luego en carrera nos meten 3 décimas”, valoró el piloto madrileño, que se ha estancado en la quinta posición de la general después de tres años vestido de rojo y por ahora suma una única victoria en F1 (Silverstone, 2022).

Adiós al título

Con la llegada del francés Fréderic Vasseur a Ferrari, la prensa italiana inició una campaña a favor de aplicar la jerarquía de pilotos número 1 y 2 en el equipo. Designaron a Leclerc como ‘il predestinato’, convencidos de que será el monegasco el que romperá el ‘maleficio’ y logrará el próximo título de la Scudería, que no gana el Mundial desde 2007 con Raikkonen. Sin embargo, de momento es Sainz el que está por delante en la clasificación y ni uno ni otro parecen capaces de desafiar la actual supremacía de Red Bull. El espectacular inicio del Leclerc en 2022 parece ahora mismo un espejismo. Los medios afines a Ferrari ya han descartado la candidatura al título este año.

 “Honestamente, estamos extremadamente por detrás en ritmo de carrera. Es muy difícil ir al límite con este coche”, admite Leclerc, que ha iniciado un ‘flirteo’ con Mercedes sabiendo que a sus 25 años aún tiene margen para ser campeón en otro equipo si no consigue triunfar en Maranello.

Tras el nuevo suelo que han introducido en Miami, con menos éxito del esperado, el siguiente paso en el desarrollo del coche de Ferrari debe llegar en el Gran Premio de Emilia Romagna, en Imola (19-21 mayo), donde está previsto estrenar una suspensión trasera modificada. Y despúes de la carrera de Mónaco (26-28 mayo), se espera que Sainz y Leclerc salgan a la pista de Barcelona con un nuevo concepto de pontones inspirado en la aerodinámica de Red Bull. Y todo ello, sin sobrepasar el techo presupuestario y por tanto, con poco margen de error en sus cálculos.