Horner calma la tensión con los Verstappen

Christian Horner se ha sometido al 'tercer grado' de los medios en la rueda de prensa de los jefes de equipo en Arabia y ha 'lidiado' la difícil situación con sangre fría y un tono sorprendentemente pausado. No ha querido pronunciarse sobre el cese de la empleada que le denunció por "connducta inapropiada", que ha sido suspendida por Red Bull, según ha trascendido este mismo jueves. Y tampoco se ha ensañado con el padre de Max Verstappen después de sus incendiarias declaraciones en Bahrein, donde Jos aseguró que el equipo estaba a punto de "explotar" y que seguiría la tensión mientras Horner siguiera en su cargo.

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"Obviamente soy consciente de lo que se dijo. Hubo una discusión posterior al gran premio de Bahrein y creo que todos estamos muy centrados en el futuro. No voy a airear conversaciones privadas, pero las partes nos hemos sentado a hablar y somos conscientes de que si queremos seguir consiguiendo grandes resultados como hasta ahora, debemos estar unidos en el equipo", ha dicho Horner.

Sobra la continuidad de Max Verstappen, el manager británico se ha mostrado "absolutamente convencido" de que el tricampeón cumplirá su contrato en Red Bull: "Max tiene fé en este equipo, seguro que seguirá comprometido hasta 2028. Lógicamente su padre Jos ha sido una pieza fundamental en su carrera, pero no depende de mí comentar la relación entre los pilotos y sus padres", ha comentado.

Cansado de todo el escándalo que le ha rodeado en las últimas semanas, Horner ha acabado pidiendo que se respete a su familia y se tenga en cuenta el fallo que le exculpó: "Hubo una investigación y se cerró el caso. Estoy casado, tengo tres hijos y cuando te salpica algo así y se somete a este escrutinio tu matrimonio... por suerte tengo una esposa que me apoya y una familia preciosa", ha zanjado.