El Dakar y el juego del ajedrez

El primer día nunca es fácil, ya que existe el convencimiento de que hay mucho que perder y poco por ganar, pero estos 27 kilómetros del prólogo además de ofrecer el orden de salida para la primera etapa ya muestran indicios de dónde puede estar cada uno en el Dakar. 

La victoria del sueco Mattias Ekström pone de manifiesto, sin duda, que los Audi van a por todas y que los tres RS Q e-tron quieren erigirse en protagonistas, que los Prodrive están muy cerca y que la nueva generación de Toyota aprieta fuerte. Tosha Shareina, por su parte, no es un desconocido, pese a que muchos le descubrieron en el prólogo. Es piloto oficial Honda y en 2023 fue segundo en Sonora y ganó en la Ruta 40. La carrera de motos se presenta apasionante.  

Después de la tensa espera de los últimos días la adrenalina fluyó en Arabia en una jornada en la que el objetivo era encontrar una estratégica posición de salida para la primera etapa (Al Ula – Al Henakiyah, de 414 kilómetros), y sentir buenas sensaciones. A diferencia de otros años, según el nuevo reglamento de la FIA 2024, los tiempos del prólogo no cuentan para la clasificación general y cuando se dé la salida a la primera etapa todos partirán de cero y, por tanto, la carrera empieza el día de Reyes.  

La posición en la etapa prólogo nos puede llevar a engaño, ya que muchos, la mayoría de los que aspiran a la victoria, trataron de administrar sus cronos para tener una buena posición en la salida. No abrir pista proporciona la importante ventaja de seguir las rodadas de los adversarios y así arañarles un tiempo precioso para empezar a marcar las diferencias cuando el crono funcione de verdad. Hay que encontrar un término medio, ya que si se va retrasado en exceso el polvo y los adelantamientos pueden convertirse en un serio problema.  Esto empieza y cualquier segundo es oro.

El Dakar es como una partida de ajedrez y en la que todos los participantes estudian al milímetro las maniobras a realizar. Las limitaciones para conocer el recorrido son notorias, pero se estudia el terreno y las posibles dificultades en un terreno sobre el que compiten por quinto año consecutivo. No hay un día igual en el desierto, cierto, pero también que calcular las maniobras, tomar buenas decisiones, y acertar con las estrategias acaban siendo fundamentales.  En fin, como se diría en el ámbito del fútbol, el balón empieza a rodar.