Río de Janeiro, en alerta sanitaria a tan solo ocho meses vista para el inicio de los Juegos Olímpicos

El gobernador de <strong>Río de Janeiro </strong>declaró el estado de emergencia en la noche del miércoles por el caos originado por los recortes presupuestarios que han provocado el caos en el sistema sanitario a tan solo ocho meses vista del inicio de los <strong>Juegos Olímpicos de 2016</strong>. 

Esta llamada de emergencia nace de la realidad que se está constatando estos días en hospitales, salas de emergencia y clínicas después de que se hayan recortado drásticamente los servicios o, incluso, cerrado unidades después una vez que el dinero que había en las arcas y no se puedan reponer ni los equipos, ni suministros y haya efectivo para frente a los salarios de médicos, auxiliares....

El decreto del gobernador Luiz Fernando Pezão supone una inyección de liquidez de 45 millones de reales (25,3 millones) en ayuda federal y se espera que se acelere la liberación de más fondos de emergencia para subsanar las carencias sanitarias.

Esta declaración se produce en medio de un brote de zika, un virus transmitido por mosquitos que causa fiebre y que ue detectado por primera vez en África en la década de 1940, pero desconocido en el continente americano hasta el año pasado.

La semana pasada, la autoridad sanitaria del estado de Río, dijo que los casos de mujeres embarazadas con síntomas del virus Zika se habían duplicado desde la semana anterior pasando de 341 a 698, mientras que los casos microcefalia aumentaron 45 por ciento a 66.

"Estamos viviendo una situación muy difícil en el Estado, quizás la más difícil que se haya registrado jamás en cualquiera de los Estados brasileños", dijo Pezão a los periodistas, "pero contamos con el gobierno federal, la presidenta Dilma Rousseff, y todo el gobierno en pleno para sacar Estado de esa situación lo antes posible".

El estado de emergencia tendrá una duración de 180 días y se prolongará hasta finales de junio. Los Juegos Olímpicos empezarán el 5 de agosto.

<strong>Río de Janeiro</strong>, la segunda economía más poderosa de Brasil y también la segunda ciudad más poblada del país, produce el 67 por ciento del petróleo de Brasil y el 40 por ciento de gas natural pero en los últimos años los precios del crudo han sufrído una caída de 66 por ciento. La recesión y los precios del petróleo han obligado a importantes recortes en salud, educación y Juegos Olímpicos.