Neymar Jr. se defiende ante el macrocontrato

No ha sentado nada bien a Neymar Jr., a y su entorno profesional, la publicación, por parte de El Mundo, de los valores supuestamente incluidos en su primer contrato firmado con el PSG en el tumultuoso verano de 2017. A los 222 millones de su clausula de rescisión, se unió un contrato, según el rotativo madrileño, de 267 millones en fichas y bonus, por lo que el cómputo de la operación superaría los 489 millones de euros.

Para Neymar, y sus asesores, el contrato que rompió el mundo del fútbol, del cual no reconocen su veracidad, es en realidad una sociedad de éxito con el PSG, y el Emirato de Catar, que ha permitido situar al club francés en un nivel donde nunca antes había llegado.

El exblaugrana se siente el máximo responsable por haber catapultado los ingresos del club de Qatar Sports Investments (QSI) y de alzarlo, en términos, de presencia mediática global entre los mejores del planeta. Este era uno de los objetivos que el Emirato tenía desde el control del PSG en 2011 y que no había conseguido hasta que Ney dijo el 'sí quiero' y se convirtió en el segundo futbolista mejor pagado del planeta, por detrás de un Leo Messi entonces jugador del Barcelona.

EL SALTO DEL PSG

Neymar considera que su fichaje ha sido rentable del punto de vista financiero y de generación de ingresos, un argumento que se comparte en las oficinas del club en París y en Doha. Y la autofinanciación ya había ocurrido en sus dos anteriores clubes: el Santos, donde salió de la cantera y lo lanzó al estrellato conquistando la Libertadores y situándolo en la Seleçao, y el Barcelona, donde conquistó un triplete con Luis Enrique, con su única Champions en el palmarés, y el Mundial de Clubes entre otros trofeos.

Los números de la consultora Deloitte juegan a su favor. Antes que explotara la pandemia y dinamitara las finanzas de los clubes europeos, el PSG era el segundo en el mundo en facturación comercial y el quinto en ingresos totales.

La maciza inversión desde 2011 en 1.300 millones de euros en fichajes, en su mayoría petrodólares catarís, ayudaron, sin duda al PSG, en su progresión deportiva. Sin embargo, el trampolín de la expansión del club es haber contado con un súper fuera de serie y ello es responsabilidad de Neymar, de lo cual se enorgullece profundamente su equipo personal que encabeza su padre.

UNA EXTENSIÓN DEL EMIRATO DE CATAR

La relación de Ney y la cúpula catarí del club ha pasado por sus altos y bajos. En 2019, estuvo a 20 millones de euros, que el jugador estaba dispuesto a poner de propio bolsillo, de regresar al Camp Nou. Este lunes, Joan Laporta explicó en una entrevista exclusiva en el canal Esports3 que intentó ficharlo este año cuando accedió de nuevo a la presidencia del club, porque el brasileño "estaba como loco por venir". Al final, Neymar renovó en mayo hasta 2025.

La ampliación de su vínculo contractual lo confirma como la piedra angular del proyecto catarí en el fútbol europeo, en un año en el que ha acabado trayéndose a Leo Messi y en el que ha retenido a Mbappé, que oía cantos de sirena de Florentino Pérez.

Los propósitos del Emirato se cumplirán y, salvo algún imprevisto en forma de lesión, Neymar jugará el Mundial de Catar, en 2022, como jugador del PSG. Cumplirá, así pues, lo que siempre pretendió desde el fichaje del brasileño

En Doha son muy conscientes de que si Neymar no hubiera renovado difícilmente podrían haber convencido a Leo Messi que fuera a París, cuando el Barça le dijo que no tenía músculo financiero para pagar su ficha. La influencia de Ney no solo ha funcionado como imán mediático y un generador de recursos y de valor añadido para el club, sino que ha sido un elemento clave, como el propio Leo reconoció el día de su presentación, para unir una dupla que triunfó vestida de blaugrana.