El Espanyol cierra la portería

El Espanyol se llevó un punto del Estadio Gran Canaria en un partido en el que la UD Las Palmas monopolizó el balón pero en el que el equipo blanquiazul tuvo sus opciones para llevarse una victoria que se escapó por sus malas decisiones en ataque y porque Fernández Borbalán no se atrevió a pitar un claro penalty sobre Gerard Moreno en el primer tiempo.

El equipo blanquiazul sumó su segundo partido consecutivo sin encajar goles (tras el 0-0 ante el Villarreal) gracias a su alto nivel defensivo y tal vez pudo haberse llevado un mejor botín si Quique Flores no hubiese renunciado a ganar con unos cambios más que discutibles en la recta final.   

Quique, en la costosa tarea de hacer un equipo reconocible, presentó algunas novedades en el once titular y, cómo no, ciertas innovaciones tácticas. Aarón Martín se estrenó en la titularidad en el carril izquierdo, mientras Salva Sevilla se colocó en el costado izquierdo del centro del campo, cubriendo las espaldas de Piatti. La responsabilidad ofensiva, como siempre, recayó en Gerard Moreno y Batptistao.

En los primeros veinte minutos, el Espanyol se quedó muy agazapado, con  Salva Sevilla. Marc Roca y Javi Fuego muy cerca de sus centrales. El objetivo no era otro que ahogar la creatividad amarilla cortando todas las líneas de pase para que Jonathan Viera, Vicente y Roque Mesa no pudieran moverse con comodidad. 

Aunque no lo consiguió en una excelente combinación ofensiva en la que Boateng (11') estrelló el balón en el muñeco (Diego López estaba muy bien colocado), y en un potente disparo de Livaja a la que respondió atento el guardameta gallego, lo cierto es que la defensa espanyolista no pasó demasiados apuros en el primer tiempo. Al monólogo canario con el balón (en ocasiones con una posesión de casi el 70%), el equipo espanyolista respondió con balones largos que sorprendieron una y otra vez a la zaga local.

Su fútbol, a veces demasiado rudimentario, pudo ser tremendamente efectivo si en una de esas contras Baptistao (22') desperdició la mejor oportunidad de adelantar a su equipo en el marcador al dar un malísimo pase a Gerard Moreno en un dos contra uno con Raúl Lizoaín que abortó finalmente David García. También pudo cambiar el guión del encuentro si Fernández Borbalán hubiese pitado penalty (27') en un claro derribo de David García sobre Gerard Moreno. No lo hizo y el Espanyol acabó lamentándolo.

En el segundo tiempo se acentuó el dominio del equipo granacanario, que no encontró el gol porque Boateng perdonó dos veces (48'y 57') la vida al conjunto españolista. El Espanyol, al que se le ve que poco a poco va ganando en confianza, no sufrió demasiado para contener el acoso al que le sometió Las Palmas. Los segundos cuarenta y cinco minutos se jugaron en campo del Espanyol casi en exclusividad, sobre todo cuando Quique retiró a Piatti y a Baptistao del terreno de juego en un claro mensaje a sus jugadores de que le valía el empate. Jugó con fuego el técnico espanyolista porque su rival apretó de lo lindo y un mínimo error atrás pudo costar caro. Aún así, con el equipo canario totalmente volcado, Gerard Moreno tuvo en su cabeza el gol de la victoria en el 92' pero el balón salió a pocos milímetros del poste.