El Atlético se ensaña con el Valladolid

El regreso del Atlético al José Zorrilla, escenario en el que se coronó como campeón de liga hace dos temporadas, se saldó con un festín a costa del Valladolid (2-5). Demasiado castigo para un equipo que, pese a ir tres goles por debajo en la primera parte, no cesó en su empeño de arañar algún punto que le ayude en su desesperada lucha por la salvación. Estuvo cerca de conseguirlo, pero encontró por respuesta una efectividad abrumadora de cara a puerta por parte de su adversario.

Valladolid-Atlético 30/04

La Liga Santander

VALL

2

5

ATM

Alineaciones

Valladolid
Masip; Luis Pérez, Joaquín, Hongla (Plano, 88'), El Yamiq, Fresneda (Escudero, 60'); Monchu, Aguado, Kike (Sánchez, 60'); Plata (León, 73'), Larin.

Atlético de Madrid
Grbic; Witsel, Giménez, Hermoso; Molina, De Paul, Koke (Saúl, 79'), Lemar (Kondogbia, 68'), Carrasco (Memphis, 79'); Griezmann, Morata (Correa, 64')

Goles

0-1 M. 20 Molina. 0-2 M. 24 Giménez. 0-3 M. 38 Morata. 1-3 M. 42 Larin (p). 2-3 M. 74 Escudero. 2-4 M. 86 Joaquín (p.p). 2-5 M. 93 Memphis.

Árbitro

Mateu Lahoz (valenciano). TA: Monchu (9'), Kike Pérez (44')/Hermoso (40').

El Pucela venía lanzado a pesar del último traspiés ante el Valencia, pero el Atlético se encargó de bajarle los humos a base de goles. No tardaría en abrir la lata Nahuel Molina, de dulce desde que volvió de Qatar. El argentino bajó del cielo de Valladolid un pase quirúrgico de Giménez antes de batir a Masip en situación de mano a mano.

Los colchoneros habían olido la sangre, y no tardarían en ampliar la brecha. Lo hicieron desde la pizarra, como antaño, y por mediación de un miembro de la vieja guardia, Giménez, que aprovechó la salida en falso de Masip para cabecear al fondo de la red. La fiesta no daba señales de estar cerca de acabarse y, tras una gran combinación con Griezmann en el interior del área, Morata firmó el tercero.

El Valladolid parecía herido de muerte, pero volvería a reengancharse antes del descanso. En un forcejeo dentro del área, Hermoso golpeó a Plata con el antebrazo en la cara, y Mateu Lahoz no dudó en señalar penalti. Larin, como es habitual, asumió responsabilidades, y batió a Grbic desde los once metros.

El gol sentó bien a los pucelanos, que salieron con otro aire tras el paso por vestuarios. Tras varias llegadas peligrosas, entre las que destacan un larguero de Joaquín y un gol anulado a Hongla, Escudero aprovechó un servicio de esquina de Monchu para mandar un cabezazo a la escuadra. Apenas un minuto después, Sergio León acarició el empate, pero se encontró con la madera.

El Valladolid estaba haciendo méritos más que suficientes para, como mínimo, lograr el empate. Pero el fútbol pocas veces es justo, y los de Pezzolano terminaron muriendo en la orilla a pesar de su empeño. El tanto en propia de Joaquín, que intentaba evitar una conexión entre Correa y Memphis en el interior del área, fue la estocada definitiva.

Memphis, que volvía a pisar césped tras un mes de lesión, no estaba dispuesto a irse del José Zorrilla sin su gol. Y qué tanto firmó el neerlandés, que arrancó desde el centro del campo y, tras driblar hasta a tres defensores, hizo un último amago ante Masip para cerrar el marcador.