Un accidente y 72 operaciones rompen el sueño Schelfhout, ciclista profesional

Acababa de firmar su primer contrato como ciclista cuando su moto chocó contra un coche y una explosión le quemó el 80% del cuerpo

Estuvo tres meses en coma y estuvieron a punto de desconectarlo, pero su corazón era fuerte y sobrevivió

Schelfhout sigue con su sueño en Tokio

Schelfhout sigue con su sueño en Tokio / paralympic.be

Àngels Fàbregues

Àngels Fàbregues

Este martes en el Circuito Internacional de Fuji el ciclista belga Diederick Schelfhout rodó como uno más y acabó la crono C3 en la posición número 12. Pero eso, es lo de menos en su vida. Poder estar en unos Juegos Paralímpicos, en su caso los segundos, ya es un mérito teniendo en cuenta que estuvo tan cerca de la muerte que su superviviencia fue una auténtica sorpresa incluso para los médicos.

El belga mamó el ciclismo desde que nació. Su futuro parecía escrito en el ciclismo profesional, siguiendo las pasos de su padre y en 2008 firmó su primer contrato. Se cumplía un sueño y era el hombre más feliz del mundo. Pero unos meses después un accidente de moto cambió su vida por completo.

Su moto se estrelló contra un coche primero y después con otro que estaba aparcado al lado. Estallaron tanto el depósito de la moto como el del segundo coche y Diederick quedó atrapado entre ambos fuegos hasta que los bomberos lograron sofocarlo. El resultado fueron quemaduras en el 80% de su cuerpo, pulmones incluidos: "El dolor que sentía ya no era humano", explica en declaraciones a CNN el belga quien se rompió por varios sitios un brazo, una pierna, las manos y se quedó en coma durante tres meses.

Era tan grave su situación que se plantearon muy seriamente desconectarle, pero finalmente Diederick Schelfhout sobrevivió. Se ha sometido a 72 operaciones pero ahí está, cumpliendo su sueño de ser un ciclista profesional, en este caso paralímpico.

Las secuelas del accidente son básicamente tener la parte izquierda de su cuerpo parcialmente paralizado al margen de las cicatrices de las múltiples quemaduras que sufrió. Su estrategia es centrarse en sus puntos fuertes puesto que gracias a la discapacidad de su parte izquierda la derecha está tan desarrollada que explica que es mejor que la de muchos ciclistas convencionales.

Inicios en el deporte paralímpico

Cuando se inició en el deporte paralímpico, en 2011, los resultados empezaron a salir, pero sobre todo mejoró psicológicamente al ver que no todo estaba perdido en el ciclismo, su gran pasión. Se adelgazó 40 kilos para poder ser más competitivo tras tanto tiempo sin hacer deporte.

Más mala suerte imposible

Cuando estaba casi tocando con los dedos la posibilidad de disputar sus primeros Juegos Paralímpicos, en 2016, una nueva bofetada de la vida le cortó de nuevo las alas. Sufrió otro accidente en el que se rompió la cadera y la clavícula, lo que le alejaba de la cita en Río de Janeiro. Pero para aquel entonces Diederick Schelfhout ya era un hombre mentalmente muy fuerte, que había superado infinidad de piedras en el camino, pero decidió darse un descanso para asimilar su mala suerte.

De Río a Tokio

A dos semanas de los Juegos una llamada le pilló por sorpresa: finalmente tenía plaza para viajar a Río. No estaba en forma y acabó décimo: "No estoy contento con el resultado dijo entonces".

En Tokio ha vuelto a representar a su país. Acabó 5º en persecución 3000 C3 y 7º en persecución 1000 C 1-3 en el Velódromo de Izu mientras que en la crono de este martes en Fuji acabó 12º. Ya solo le falta la prueba en ruta de este jueves 2 de septiembre.