Núria Marquès revalida la plata de Río

La catalana de 22 años realizó una carrera inteligente yendo de menos a más

"Me he tirado al agua con la mentalidad de darlo todo y ha salido bien. Estoy contenta"

Núria Marquès, satisfecha por revalidar la plata de Río

Núria Marquès, satisfecha por revalidar la plata de Río / EFE

Àngels Fàbregues

Àngels Fàbregues

Núria Marquès está en Tokio viviendo sus segundos Juegos Paralímpicos después de triunfar en Río de Janeiro con una medalla de oro y una de plata.

Hace cinco años, la nadadora de Castellví de Rosanes tan solo tenía 17 años y no fue muy consciente de todo lo que vivió. Pasó todo tan rápido que en un abrir y cerrar de ojos estaba de vuelta a casa con dos medallas colgadas del cuello y sabiendo que a partir de ese momento su vida daría un gieo.

Desde entonces Núria se ha dedicado en pleno a la natación y a sus estudios. Se acabaron las distracciones, la vida social y el divertimento y la natación pasó al primer plano.

Han sido cinco años en el CAR de Sant Cugat trabajando seis horas diarias para llegar a Tokio a pleno rendimiento con el objetivo de volver a subir al podio. En los 400 libres S9 no fue posible revalidar el oro y tuvo que conformarse con un diploma tras acabar sexta en la final.

Este lunes era el turno de los 100 espalda S9 donde la catalana consiguió revalidar la medalla de plata de Río con 1:10:26, por detras de la estadounidense Hannah Aspden (1:10:26).

Núria nació sin su pierna izquierda pero eso no le ha impedido tener una vida completamente normal. De bebé sus padres le llevaron a la piscina y a los tres años ya hacía cursillos para aprender a nadar. El acuático siempre ha sido el elemento donde se ha sentido más cómoda: "Nadar me da alas", asegura la nadadora catalana que está cursando la carrera de fisioterapia.

Tras colgarse la medalla de plata y con las prisas al tener que asistir a los pocos minutos a la ceremonia de entrega de medallas, Marquès aseguró: "Me siento bastante bien. Han sido años muy duros sobre todo estos dos últimos para mantenernos bien físicamente con la pandemia".

Reconoció que incluso sufrió más psicológicamente: "A causa de la pandemia hemos tenido que sacrificar muchas cosas y los dos últimos meses hemos tenido que estar lejos de la familia, así que ha sido duro. La medalla es super reconfortante".