Un botín que sabe a poco

España volvió a sumar 17 medallas, como en Río De Janeiro, pero con menos oros en su haber, en una evidencia del estancamiento del olimpismo español debido al descenso de las ayudas a la financiación de muchos deportes

Las bajas de Jon Rahm, Carolina Marín y Orlando Ortega restaron potencial a la delegación española

Alberto Ginés, oro en escalada deportiva

Alberto Ginés, oro en escalada deportiva / EFE

Joel Gadea

España cerró su participación en los Juegos de Tokio con un sabor agridulce. Por un lado, la expedición española regresó con la tranquilidad de saber que hay talento de sobras en el olimpismo estatal, pero con la sensación de estar estancados, lejos de las potencias europeas que marcan un ritmo, por el momento, inalcanzable. No en vano, España obtuvo mismo número de medallas, 17, que en Rio 2016 -aunque con cuatro oros menos- , algo que sirvió para ocupar el 22º puesto en el medallero olímpico.

UN RITMO A LA BAJA

Los guarismos se mantienen, aunque a la baja y hay múltiples factores detrás de ellos que indican que, sin una firme actuación, el deporte olímpico español ira menguando sus prestaciones en los próximos ciclos. La falta de ayudas públicas a la mayoría de deportes es la cuestión a la que aluden los protagonistas con más frecuencias. Cabe recordar que el éxito de Barcelona’92 fue consecuencia de un plan que financió la preparación de los deportistas olímpicos -el plan ADO-. El aumento del 23,5% del dinero que llega a las federaciones en este 2021 ya debe ir enfocado hacia el siguiente ciclo olímpico, aunque el dinero que llega del plan ADO no para de reducirse desde Pekín’08. Otra de las vías a explorar son los nuevos deportes. La kata en kárate o la escalada son grandes ejemplos de ello.

Tanto Sandra Sánchez como Alberto Ginés han conseguido un oro olímpico en Tokio, con estos dos deportes que han sido incluidos por primera vez. La explotación de nuevas disciplinas puede reportar a España un rédito en forma de medallas, como en estos casos. El atletismo, en el bando opuesto, es la joya de la corona de los Juegos Olímpicos y parece un campo con brotes verdes para España. Las actuaciones de Ana Peleteiro, Adrián Ben o Mohamed Katir evidencian la mejora de la Federación de Atletismo, que debe seguir dando pasos adelante en París’24. Más allá de estas cuestiones, el estancamiento de España también se explica a través del bloqueo de los equipos en las fases finales.

El fútbol y el waterpolo femenino son dos ejemplos distintos, pero más allá se hallan un sinfín de disciplinas en las que España se codea con las más fuertes pero no llega a alzarse con el cetro. En baloncesto, por ejemplo, se ha quedado España sin medalla por primera vez en los últimos cuatro Juegos Olímpicos. Es evidente el cambio generacional en esta disciplina, pero solo una muestra más de la capa caída en las fases eliminatorias de los equipos españoles.

Desde Atlanta’96, ningún equipo español logra ganar una final olímpica. Entonces, el equipo de waterpolo masculino, con Estiarte a la cabeza, logró subir, al fin, a lo más alto del podioDesde entonces, tres finales de baloncesto perdidas, dos en fútbol y dos más en waterpolo han castigado a una delegación española que llega a lo más alto pero se queda con la miel en los labios. Por último, la falta de algunos deportistas en determinados deportes ha lastrado a la delegación española. Quién sabe si con Jon Rahm en golf, Carolina Marín en bádminton u Orlando Ortega sobre el tartán de Tokio el puesto en el medallero sería otro distinto. Tampoco han tenido suerte algunos deportistas, como Mireia Belmonte, que llegaba tras un mal año, con lesiones, o Lydia Valentín, que cambió de peso a última hora. No es las causa principal, pero también ha terminado influyendo. 

FÁTIMA GÁLVEZ-ALBERTO FERNÁNDEZ

El primer oro para España en Tokio. La pareja mixta subió a lo más alto del podio tras la final de foso en tiro olímpico. Ambos tiradores acabaron con 41 aciertos de 50 disparos, uno por encima de San Marino, su rival. La tiradora cordobesa comenzó fallando sus tres primeros disparos pero consiguió resarcirse y lograr el oro olímpico junto a Alberto Fernández, pese al suspense durante toda la prueba

SANDRA SÁNCHEZ

El segundo oro para la delegación española llegó en kárate. Sánchez se impuso a la japonesa Kiyou Shimizu en la final de kata, otra prueba que se estrenaba en Tokio y consiguió constatar su liderazgo mundial en esta especialidad. La de Talavera de la Reina no desaprovechó su oportunidad, a los 39 años, y se colgó el oro en Japón, el país donde se inventó el kárate

ALBERTO GINÉS

El más tardío de los oros llegó en otro deporte que se estrenó en Tokio: la escalada. El extremeño mantuvo la frialdad en la última prueba de la final de escalada deportiva, la de dificultad, y superó al francés Adam Ondra para descrochar esta modalidad desde lo más alto del podio. Ginés se impuso con un total de 28 puntos, por delante de Coleman -30 puntos- y Schubert -35-. 

Blanco y su elogio a los subcampeones

Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español (COE), elogió este lunes a los integrantes de la selección olímpica de fútbol que ganó medalla de plata en Tokio 2020, en el homenaje realizado por la Federación en la Ciudad del Fútbol a su llegada, y aseguró que “nunca” hubo un grupo igual con tantos jugadores de primer nivel.

“No somos conscientes de lo que hemos hecho”, inició en su discurso improvisado Alejandro Blanco tras ser invitado por el presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, con quien intercambió numerosas muestras de cariño durante al acto de recepción a los subcampeones olímpicos.