Luis Enrique se carga de razones para pedir fichajes

Segundo empate consecutivo en la Liga y segunda remontada del equipo rival en el tramo final del partido, dos síntomas idénticos que permiten intuir las causas de esos cuatro puntos que se han esfumado cuando el equipo los tenía en el bolsillo. Cuando esto sucede, solo puede ser un problema de falta de concentración o relajación de los jugadores, algo que, de ser así, debería haber corregido el entrenador tras el partido de Mestalla, o de falta de fuerzas  en los últimos minutos con relación al adversario. Me da que se trata de esto último, agravado por la escasa profundidad de banquillo que tiene, en estos momentos, la plantilla. Miren, en Valencia Luis Enrique no hizo cambios y ayer los que hizo empeoraron el juego. Así que...

POCO BANQUILLO. Una cosa va con la otra. Hay mucha diferencia entre los titulares y los hombres de refresco. En Mestalla no había centrocampistas para poner piernas frescas en la zona ancha y ayer ante el Depor el jugador de más físico, Rakitic, fue el sustituido por Sergi Roberto, que es infinitamente más jugador de técnica que de fuelle. Y luego, la baja de Neymar, importantísima. El equipo se quedó sin banda izquierda, sin desequilibrio y sin velocidad para el contraataque. Con decir que los goles fueron desde fuera del área, está todo dicho. ¡Ah!, y Sandro y Munir desaprovecharon otra oportunidad. No fue un empate injusto, así que Luis Enrique se carga de razones para que le traigan fichajes. Arda Turan y Aleix Vidal vendrán de maravilla, pero otro delantero es imprescindible... como mínimo.