Proceso histórico en EEUU

Trump no testifica en su propia defensa en el juicio penal por los pagos a Stormy Daniels

El juez cita al jurado el martes 28 para escuchar los argumentos finales y calcula que las deliberaciones empezarán el próximo miércoles

Donald Trump junto a su abogado, Todd Blanche, en un receso del juicio oral.

Donald Trump junto a su abogado, Todd Blanche, en un receso del juicio oral. / AP

Idoya Noain

Durante meses Donald Trump había dicho que subiría al estrado y defendería su inocencia frente a los 34 cargos que le han convertido en el primer expresidente de Estados Unidos imputado por lo penal. “Testificaré, diré la verdad, que es todo lo que puedo hacer, y la verdad es que no hay caso”, dijo el mes pasado.

A la hora de la verdad, dar ese paso representaba enormes riesgos legales y políticos para él, un hombre con pobres antecedentes en otras deposiciones judiciales y con varios veredictos en contra en casos civiles. Empezó a matizar que solo testificaría si lo consideraba "necesario". Y este martes se ha confirmado lo que auguraban expertos legales y analistas: finalmente Trump ha decidido no testificar en su propia defensa.

Con esa decisión, y tras llamar solo a dos testigos, los abogados del expresidente han dado por concluida la presentación de su caso. Y después de 20 días de juicio en seis semanas y el desfile de 22 testigos (20 de la fiscalía) todo está ya listo para la fase final y definitiva del histórico juicio. A diferencia de los otros tres casos penales que enfrenta el candidato de facto de los republicanos para el duelo electoral con Joe Biden el 5 de noviembre, que ha conseguido dilatar y posponer, este es el único que tiene asegurado concluir antes de los comicios.

El caso neoyorquino planteado por la oficina del fiscal Alvin Bragg está centrado en la falsificación de documentos contables para ocultar el reembolso a Michael Cohen del pago de 130.000 dólares que antes de las elecciones de 2016 el entonces abogado del entonces candidato hizo a Stormy Daniels para que la estrella del entretenimiento adulto no hablara públicamente del encuentro sexual que asegura que mantuvo con Trump en 2006, una relación que el republicano niega.

Alegatos finales el martes

Para evitar interrupciones por cuestiones de calendario, que incluye dos jornadas esta semana sin sesión y un lunes festivo en Estados Unidos, el juez Juan Merchan ha decidido enviar al jurado a casa hasta el próximo martes, cuando las dos partes presentarán sus argumentos finales.

El magistrado tiene también previsto que, tras dar las instrucciones y recordatorios al jurado sobre los cargos, las deliberaciones empezarán el miércoles. Y esos siete hombres y cinco mujeres neoyorquinos son los que deberán alcanzar por unanimidad un veredicto.

Si no lo consiguen (y hasta ahora se han mostrado inescrutables) el juicio sería declarado nulo y la fiscalía podría volver a plantearlo. Si lo logran, y es de culpabilidad, quedará en manos de Merchan imponer una sentencia, que podría ir desde la libertad condicional hasta los cuatro años de cárcel.

La última sesión

La última nota con la que ha acabado el jurado este martes ha sido el testimonio de Robert Costello, el segundo y último testigo convocado por la defensa de Trump y cuya irrespetuosa y desafiante actitud en el estrado encolerizó el lunes al juez Merchan y elevó la tensión en el tribunal.

La defensa de Trump trataba con el testimonio del abogado aliado a Rudy Giuliani de seguir desacreditando a Cohen, testigo fundamental para la fiscalía. Cohen es el único que directamente señala a Trump, asegurando que autorizó el pago a Daniels y la trama de falsificación documental para ocultar ese pago, que la fiscalía ha elevado a 34 delitos graves alegando que su objetivo era influir en las elecciones.

La decisión de la defensa de poner a Costello en el estrado, no obstante, no ha sido tan beneficiosa para su caso como probablemente anticipaban. Y este martes la fiscalía lo ha retratado ante el jurado como un aliado de Trump que presionó a Cohen para que mantuviera su lealtad al republicano después de que el FBI hiciera en 2018 varios registros en su casa, su oficina y su habitación de hotel en Nueva York. En aquellos registros las autoridades se incautaron de material que sirvió para que Cohen fuera imputado. Cohen se declaró culpable de ocho cargos y fue condenado por un jurado por otros ocho, algunos por evasión fiscal precisamente en el dinero que recibió como reembolso por el pago a Daniels, y fue sentenciado a 36 meses de prisión.