La suerte de volver a ver a este Girona

Segundo partido consecutivo en Montilivi, que acoge este sábado el duelo ante el Valencia y que volverá a disfrutar de un ambiente de lujo

La presencia del delantero Artem Dovbyk es el principal interrogante de la alineación del Girona

El Girona, listo para un nuevo reto ante el Valencia

El Girona, listo para un nuevo reto ante el Valencia / Girona FC

Jordi Bofill

Cuando la Liga empezó el 12 de agosto, nadie, y nadie es nadie, se habría atrevido a vaticinar que el Girona realizaría la temporada de ensueño que está haciendo. Pero ahora, tres meses y medio después de aquel inicio, todo el mundo es más o menos consciente de que está viviendo un curso que quizás no volverá a vivir nunca más. Son afortunados los rojiblancos de poder estar presentes en el espectáculo continuado que lleva a cabo el Girona de Míchel, colíder de LaLiga al empezar el mes de diciembre. Una barbaridad acentuada con la manera de comportarse, dentro y fuera del campo. Este equipo pasará a la historia. Por eso, Montilivi volverá a ser una caldera este sábado (14:00h), sin asientos vacíos y con una ciudad entera junto a un club de fútbol que pretende recuperar la primera posición de Primera División, aunque tan solo sea por unas horas.

El Valencia, que hasta no hace mucho levantaba títulos, se presenta en el estadio con ganas de dar guerra. Pero los rojiblancos, insatisfechos por naturaleza, desean que la semana acabe bien después del empate con el Athletic con el que empezó. Un puntito que tiene sensaciones positivas, puesto que, cosechado el 6 de 6 en Pamplona y Vallecas, fue el estreno del Girona en LaLiga sintiéndose un equipo grande. Esto ha provocado un cambio de paradigma, porque ahora hay que gestionar más cosas respecto a cuando los ojos del fútbol estatal no miraban hacia Montilivi. La respuesta fue buena porque este vestuario no falla.

El lunes no estuvo Artem Dovbyk, uno de los nombres propios del campeonato con sus siete goles y cinco asistencias. Este sábado el futbolista será duda, porque ni siquiera ha completado un entrenamiento entero con el grupo. El recambio fue y será Cristhian Stuani, un hueso duro de roer para los contrarios. El resto de jugadores serán los que la afición ya se sabe de memoria, empezando por Gazzaniga en la portería, que contra el Athletic estuvo excelente, y acabando por Savinho en el extremo, un futbolista de fantasía que siempre que tiene la pelota en los pies consigue que pasen cosas. Imaginad como tiene que ser el nivel de este Girona, que un jugadorazo como David López debe esperar su turno en el banquillo, una vez recuperado de una lesión que lo apartó de la titularidad.

A meter presión al Real Madrid

Provisionalmente, todo lo que sea puntuar contra el Valencia, que llegará con las bajas de Gayà y Almeida y la duda de Fran Pérez, provocará que, una vez más, todo el mundo pueda conseguir un pantallazo en el que el Girona esté en lo alto de la tabla clasificatoria. Un hito que no se puede normalizar, aunque ya sea habitual. El Real Madrid, que recibe al Granada a las 18.30 horas, sentirá la presión de un vestuario rojiblanco más que listo para seguir alterando el sentido común de una Liga que no estaba preparada para un zarandeo como este.

Porque este sábado al mediodía, afortunados nosotros, volveremos a ver jugar al mejor Girona que se ha visto nunca. Un equipo capaz de desafiar no solo a los gigantes del fútbol, sino a su propio destino. Que nadie se lo pierda porque quizás no se repetirá.