Míchel: “Sin renunciar a nuestra idea de juego, somos capaces de ganar a cualquier equipo”

El técnico concedió una entrevista a Canvi de Joc en la que analizó la situación del equipo y explicó las señas de identidad de su modelo de juego

“El aficionado no debe dudar de nuestra capacidad de ascender en un Play-Off”, asegura el entrenador del Girona FC

Míchel Sánchez en la entrevista realizada en el PGA Catalunya Resort | Canvi de Joc

Míchel Sánchez en la entrevista realizada en el PGA Catalunya Resort | Canvi de Joc / Míchel Sánchez en la entrevista realizada en el PGA Catalunya Resort | Canvi de Joc

Albert Isern

El Girona FC afronta el tramo final de curso con ilusión y cautela a partes iguales. El equipo catalán se encuentra instalado en la zona de Play-Off y quiere evitar descolgarse de las primeras plazas para apurar sus opciones de lograr el ascenso directo, además de mantener la distancia con el séptimo clasificado.

Tras un inicio de curso muy complicado en el cual el equipo llegó a naufragar por la zona de descenso, Míchel Sánchez y su cuerpo técnico optaron por un cambio de sistema que permitió dar con la tecla e iniciar una escalada que ha devuelto a la masa social del club la esperanza de volver a la máxima categoría.

En una entrevista concedida a Canvi de Joc, canal de Twitch que analiza la actualidad del Girona FC, el técnico de Vallecas repasó su estancia en el club de Montilivi hasta la fecha, además de analizar otras etapas de su trayectoria como entrenador.

Preguntado por sus anteriores experiencias en los banquillos de Primera División con Rayo Vallecano y Huesca y las semejanzas que podían tener los duros inicios que vivió en estas dos temporadas con el que tuvo en Girona, Míchel cree que pueden coincidir en algunos aspectos, pero matizó que en Montilivi ha sido distinto. “En Vallecas y Huesca ya había logrado el ascenso a Primera. Como entrenador del Rayo, tenía menos experiencia y cometí errores. En Huesca hicimos un trabajo excepcional y merecimos más. La etapa en Girona era diferente. Llegábamos con el objetivo de poner al equipo lo más arriba posible. Las cosas no salían mal en cuanto a juego, pero los resultados no llegaban. En Girona había que instaurar una manera de entender el juego distinta a la aplicada en Montilivi en los últimos años. Se me dio el tiempo y la confianza necesaria y estaba seguro de que iba a salir bien. El apoyo de la dirección deportiva fue clave para que el equipo siguiera creyendo en lo que hacía. Los jugadores se hicieron suya la idea de juego”, afirmó Míchel.

El técnico también habló de los jóvenes emergentes de la cantera y del equilibrio que deben tener entre la competición y su proceso de formación. “En un caso como el de Stuani, el jugador tiene unos conocimientos adquiridos que facilitan mi tarea. El trabajo con Ureña, por ejemplo, no es para que ganemos en Cartagena, sino para que dentro de dos o tres años sea un gran futbolista. A Stuani lo necesitas para el sábado, mientras que el proceso de Ureña va a largo plazo. Aunque dentro de tres años yo no esté en el Girona, me hice entrenador para que los jugadores reconozcan que les ayudé en su carrera. Esa es mi satisfacción, y que un jugador como él termine triunfando aquí sería mi gran reconocimiento”, explicó el entrenador.

Pese a la notable mejora respecto al inicio de curso, Míchel cree que el equipo tiene margen de mejora. “Tenemos mucha posesión de balón, pero podríamos finalizar más acciones. Necesitamos ser un equipo más vertical en el último tercio. Otro aspecto a mejorar es la forma de presionar en campo contrario para tener más solidez defensiva. Yo no quiero defender el área, quiero defender más adelante, y para eso, la contención defensiva tiene que ser mucho mejor. Eso pasa por apretar más bien en la presión. Pase lo que pase, siempre le pido lo mismo al equipo: buscar portería rival robando balón lo más rápido posible y atacar constantemente. No me gusta que mi equipo se relaje con un 2-0 favorable en la segunda parte”, aseguró el técnico.

Míchel se mostró optimista en caso de afrontar un hipotético Play-Off de ascenso, pese a las traumáticas experiencias que ha sufrido el equipo en la última década. “No hay ni un equipo de Segunda al que no podamos ganar. No veo ninguna situación en la que un aficionado del Girona pueda estar temeroso de que no seamos capaces de ascender vía Play-Off. Muchos jugadores han vivido experiencias dramáticas, pero también hay otros que tienen ganas de encontrarse una situación nueva para ellos. No le tengo miedo al Play-Off. El primer día se lo dije a los jugadores: “Aquí hay dos formas de ver las cosas: hemos perdido el Play-Off en dos ocasiones, o nos hemos quedado dos veces a un gol de subir a Primera División”. Solo les pido a los jugadores que no renuncien a lo que hemos trabajado durante el año. Sin renunciar a nuestra idea, somos capaces de ganar a cualquier equipo. Veo intactas las opciones de lograr el ascenso directo. ¿Por qué no podemos ganar los seis partidos que quedan? Entrar en Play-Off sería un éxito que se tiene que completar con un ascenso”, admitió el madrileño.

Antes de finalizar, el entrenador del conjunto gerundense también habló de su adaptación a la sociedad y la cultura catalana. “La gastronomía y el clima es excepcional. Estoy conociendo pueblos de la provincia. La ciudad me parece espectacular. La gente en la calle tiene un trato de diez conmigo y mis vecinos me invitan a cenar ‘truita’ (tortilla) todos los viernes (ríe). También sigo con mi proceso de aprender a hablar catalán. Estoy encantado. Lo único que me falta es mi familia. Ojalá puedan venirse en un futuro cercano. Aparte de eso, no me falta nada aquí, estoy muy feliz”, zanjó sonriente Míchel.