Nada como jugar en casa

Si el Girona tiró por la borda su presencia en Primera División la última temporada fue por un dantesco final de curso al que se le une una pésima dinámica en casa. En todo el año ganó solamente tres partidos en Montilivi, algo imperdonable para un equipo que lucha por salvar la categoría. Ahora el objetivo es otro, mucho más ambicioso, pero la necesidad de hacer del estadio un fortín es la misma y esta vez la dinámica es otra. El cambio es evidente, hasta el punto que el equipo se aferra, precisamente a eso, para continuar con su línea ascendente empezando por derrotar este domingo al Fuenlabrada, el conjunto revelación.

17 de los 24 puntos que el Girona ha sumado en lo que va de liga los ha conseguido ante su público, lo que le convierte en el cuarto mejor local de toda la categoría, solamente superado por el Cádiz y Huesca, ambos con 19 puntos, e igualado con un Numancia que también ha conseguido 17 pero que ha marcado un gol más. 

Solo una derrota

Un partido han perdido los catalanes en casa, de los ocho que han disputado. La derrota contrasta, y mucho, con las cinco victorias logradas, además de un par de empates. Más cifras positivas: los diez goles a favor y solo cinco en contra, el segundo mejor registro de la competición. En este aspecto, además, Juan Carlos parece haber cerrado su portería con llave.

Son ya 194 minutos los que el guardameta acumula sin encajar. El último gol de un equipo visitante en Montilivi llegó el pasado 12 de octubre, contra el Elche. Ortiz marcó el definitivo 0-2 en el 76. Desde entonces, ni Alcorcón (0-0) ni tampoco Tenerife (1-0) han sido capaces de perforar la portería.

Se aferra el Girona a su buena inercia en casa para doblegar al Fuenlabrada, pero también al hecho de que Martí recupera efectivos. Regresa Stuani tras su periplo con Uruguay, mientras que vuelve Gumbau cumplido ya un partido de sanción. Juanpe ya está disponible y Mojica ha dejado atrás unas molestias físicas.