El Girona ultima tres operaciones

Daley Blind será anunciado la próxima semana como nuevo futbolista del Girona

La salida de Oriol Romeu se acelera y Borja García negocia para continuar

Romeu, uno de los implicados

Romeu, uno de los implicados / EFE

Jordi Bofill

Cuando el Girona comience la pretemporada, el lunes 10 de julio, habrá cosas que habrán cambiado. El primer movimiento llegó hace días, con el anuncio del fichaje de Paulo Gazzaniga. Y renovaciones y rotura de cesiones al margen, el adiós de Terrats fue el segundo. A partir de ahora, velocidad, que hay trabajo que hacer. Y operaciones en marcha. Como las de Daley Blind, Oriol Romeu y Borja García. Algunas por bien y otras, por mal.

Blind, atado

El holandés Daley Blind, cuyo representante es Pere Guardiola, está completamente cerrado, a falta de la revisión médica y la confirmación oficial. El futbolista reforzará el eje de la defensa, aparte de que también puede actuar en el lateral izquierdo e incluso de pivote, que con la baja de Terrats y la probable de Romeu, harán falta piezas. Libre de contrato, puesto que termina su vínculo con el Bayern de Munich, presenta un palmarés y una trayectoria fuera de cualquier duda. Será el segundo fichaje del verano después de confirmarse la continuidad del portero argentino Gazzaniga.

Sufriendo por Romeu

A Oriol Romeu difícilmente se le volverá a ver vistiendo la camiseta rojiblanca en Montilivi. El Barça ya se ha puesto en contacto con el centrocampista de Ulldecona, pero el Girona, enfurecido por las formas, tiene claro que el camino a seguir es pedir la cláusula de rescisión, que se aproxima a los diez millones de euros.

La pérdida de Oriol Romeu, fundamental en los éxitos de esta temporada, en la que el Girona ha rozado la Conference League, hará que la dirección deportiva de Quique Cárcel active todos los mecanismos y recursos posibles para encontrar a un par de centrocampistas que tapen el vacío que, desgraciadamente para los intereses rojiblancos, dejará el de Ulldecona.

El futuro de Borja García

Desde hoy, Borja García, un histórico en Montilivi, carece de equipo. Pero sí existen conversaciones entre el futbolista madrileño y la dirección deportiva para mantener el vínculo y hacerle un nuevo contrato. La voluntad de ambas partes es la de continuar juntos, pero primero tendrán que entenderse económicamente. Los problemas físicos sufridos en los últimos tiempos no son una garantía segura de rendimiento, aunque se valora muchísimo el hecho de estar tan identificado con un proyecto que él ha contribuido a hacer mayor.

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