¿Quién le echará una mano a Primoz?

Roglic se exhibió en la contrarreloj de San Marino

Roglic se exhibió en la contrarreloj de San Marino / AFP

Jonathan Moreno

Nadie como Primoz Roglic conoce mejor el vértigo que produce la montaña. El esloveno se curtió como saltador de esquí en su temprana juventud antes de dar el paso al ciclismo profesional. Es por eso que, tras la primera semana de Giro de Italia, el corredor del Jumbo-Visma observa con optimismo lo que se le viene encima. Que no es poco.

Todavía tiemblan los cronómetros de la contrarreloj que se marcó en San Marino, donde demostró a sus rivales que, a falta de Tom Dumoulin, él es el principal candidato a vestir el rosa en el Arena de Verona.  

Poco a poco la carretera irá picando hacia arriba y una gran duda surge en el pelotón. Roglic ya ha demostrado que tiene las piernas afiladas, pero se desconoce el rendimiento y las prestaciones que ofrecerán sus compañeros de equipo cuando las etapas se pongan juguetonas

Después de una merecida jornada de descanso, la serpiente multicolor echará de nuevo a rodar con el único objetivo de poner en jaque al Jumbo-Visma. Los neerlandeses deberán arropar a su jefe de filas. 

Todos contra Primoz 

Los enemigos son múltiples, a pesar de que las diferencias en la clasificación general indiquen lo contrario. Es más, por ese mismo motivo y el no tener nada que perder, numerosos ciclistas pueden aliarse para chequear las fuerzas de la escuadra de Roglic.

Estamos acostumbrados en el último lustro a la tiranía del renombrado Ineos. Un equipo sin fisuras y que solventaba de un plumazo cualquier conato de rebelión en el gran grupo.

Ahora llega el momento de los atrevidos. Vincenzo Nibali, Simon Yates o Miguel Ángel ‘Superman’ López pueden formar una escaramuza en cualquier momento en los puertos de montaña que se avecinan. Pero el esloveno siempre tendrá la última palabra en la crono final en Verona.