El insólito cambio de Marta Riesco: irreconocible en cuestión de días

La reportera ha dado un giro de 180 grados tras su ruptura con Antonio David Flores

Marta Riesco.

Marta Riesco.

"Siento una vergüenza inmensa y no sabéis cómo me puedo sentir en este momento. Lo di todo y perdí todo. Pero saldré adelante", con esta promesa respondía Marta Riesco a la infame reacción de su ya expareja, Antonio David Flores, en un directo de su canal de Twitch donde se mofaba de la ruptura.

La periodista ha vivido algunos de los momentos más duros de su carrera, con la pérdida de su trabajo y la separación de su novio: una espiral catastrófica que comenzó cuando, hace meses, la reportera tuvo un desencuentro con otra compañera de Telecinco que trabajaba para el programa Fiesta.

A partir de ahí comenzó el descenso a los infiernos de Marta Riesco: avergonzada frente a toda la prensa del corazón por su comportamiento en directo en la rueda de prensa de José Ortega cano con Cristina Porta comenzó a proferir amenazas, interrumpidas por una baja médica y finalizadas por un despido fulminante por parte de la cadena.

Desde ese momento, Riesco buscó el apoyo en una de las personas más importantes de su vida: Antonio David Flores, expareja de Rocío Carrasco. Tras varias semanas donde se rumoreaba que la pareja no estaba bien, llegó la noticia: Marta publicó unas historias en su cuenta de Instagram donde no solo anunciaba que había roto definitivamente con Antonio David, sino que culpaba directamente a la hija de este: Rocío Flores, a la que días después de la tormenta sigue responsabilizando de la separación.

Durante este periodo, hemos visto a una Marta triste y derrumbada a través del contenido que ella misma subía a redes sociales: profundas declaraciones sobre las dificultades de la vida, fotos con la cara llena de lágrimas y mucha tensión.

Ahora, después de este fin de semana, la reportera parece una persona completamente nueva: tras la visita de un buen grupo de amigas, Riesco parece haber renacido de sus cenizas y estar preparada para comerse el mundo y todo lo que llegue a partir de ahora.