Nuevo juicio por el FIFAgate: delitos juzgados, quién está implicado y a qué penas se expone

La justicia en Nueva York acusa de corrupción, fraude bancario y lavado de dinero a dos ex ejecutivos del gigante estadounidense Fox y la empresa argentina Full Play

También está involucrado en la misma causa el español Gerard Romy, expresidente de la empresa deportiva Imagina

Blatter, expresidente de la FIFA

Blatter, expresidente de la FIFA / AFP

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El megaescándalo de sobornos en la FIFA que estalló en 2015 sigue añadiendo nuevos capítulos.

En esta ocasión, se sientan a partir de este martes en el banquillo de la justicia en Nueva York acusados de corrupción, fraude bancario y lavado de dinero dos ex ejecutivos del gigante estadounidense Fox y la empresa argentina Full Play.

Los acusados son el mexicano-estadounidense Carlos Martínez y el argentino-estadounidense Hernán López, que trabajaron en la empresa 21st Century Fox y el grupo Full Play, una agencia de marketing deportivo con sede en Buenos Aires, y propiedad de los acusados argentinos Hugo y Mariano Jinkis.

La justicia estadounidense considera que entre 2005 y 2015, "los acusados acordaron pagar, pagaron y facilitaron el pago y la ocultación de sobornos anuales y pago de comisiones ilegales" a funcionarios de la Conmebol a cambio de lucrativos contratos de transmisión de partidos amistosos de la Copa Libertadores y otros eventos futbolísticos, y al mismo tiempo también obtuvieron información privilegiada para hacerse con los derechos de transmisión en Estados Unidos de los partidos de los Mundiales de 2018 y 2022.

El 9 de abril de 2020 los dos acusados se declararon no culpables y acordaron pagar una fianza de 15 millones dólares cada uno para aguardar el juicio en libertad.

También está acusado el español Gerard Romy, expresidente de la empresa deportiva Imagina.

Según el FBI, los acusados "corrompieron durante muchos años la gobernanza y los negocios del fútbol internacional con sobornos y comisiones ilegales, y se involucraron en esquemas criminales fraudulentos que causaron un daño significativo al deporte del fútbol. Sus esquemas incluían el uso de empresas fantasma, contratos de consultoría falsos y otros métodos de ocultación para disfrazar los sobornos y los pagos de comisiones ilegales y hacerlos parecer legítimos".

Los cargos de los que se les acusan acarrean penas máximas de prisión de 20 años por cada delito.

El caso está incluido en el denominado FIFAgate, el escándalo de corrupción que sacudió a la autoridad del fútbol mundial en 2015, y que le costó el puesto al entonces presidente Joseph Blatter.