Los herederos de papá Thuram piden paso

Son pocos los linajes que han marcado la historia del fútbol. Existe el caso emblemático del Milan y los Maldini, en el que el joven Daniel trabaja para labrarse un futuro bajo las gigantescas sombras de Cesare y Paolo. En España, el barcelonista Marcos Alonso es también el tercer eslabón en la élite. Y en Francia, los Thuram van camino de consolidarse como una de las familias con más pedigrí del planeta fútbol después de que los hermanos Marcus y Khéphren hayan sido seleccionados en la última convocatoria de Didier Deschamps.

A Lilian, que terminó su carrera en el Camp Nou y tocó el cielo precisamente con la zamarra’ bleu’, tanto en la Eurocopa de 1998 como en el Mundial de 2000, los niños le salieron futbolistas, aunque él nunca les empujó a ello, como explicó recientemente en una entrevista para la revista ‘Panenka’: “No me importa lo que hagan mis hijos, siempre estaré orgulloso de ellos, aunque hubieran hecho otra cosa. Estoy contento, porque siempre ha sido su sueño”.

Perfiles distintos

Reza el dicho que de tal palo tal astilla, pero lo cierto es que, futbolísticamente hablando, poco tienen que ver los tres integrantes de la familia. Lilian completó una laureada trayectoria durante los años noventa e inicios de los 2000, a caballo entre el Mónaco e Italia (Parma primero, luego Juventus), como central y lateral derecho. Marcus, de 25 años, es un delantero habilidoso, veloz y versátil, capaz de jugar en todo el frente de ataque.

Khéphren, de 21 y menos conocido para el gran público, es un centrocampista... Mejor dejar que lo describa su hermano mayor: “Es técnico, rápido y mide dos cabezas más que los demás”. Con su 1,90 de altura, el menor de los Thuram hace honor a su nombre de faraón y, en la cuarta temporada en el Niza, ejerce su liderazgo en ‘les aiglons’, invictos desde la llegada de Didier Digard al banquillo (7 victorias y 5 empates). “Admiro mucho a Pogba y también a Vieira, mi padre me habla mucho de él”, explicó Khéphren.

La llamada de Deschamps

Su rendimiento que no ha pasado inadvertido para Deschamps. “Estoy muy orgulloso. Es fruto del trabajo realizado. Es un sueño de niño ir convocado con Francia junto a mi hermano, pero debe ser aún más fuerte para mis padres. Mi primera llamada tras conocer la noticia fue, precisamente, para mi padre y para mi hermano”, relató el menor de los Thuram.

Pese a jugar en distintas posiciones, Marcus siempre ha sido un referente para Khéphren. “Mi hermano es un ejemplo. No diré que quiero seguir el mismo camino porque debo dibujar el mío, pero jugar en Ligue 1, como él, es mi objetivo”, reconoció el pequeño tras debutar en el Mónaco.

Ahora, ambos tendrán la oportunidad de compartir equipo por primera vez: “Juntos sólo hemos jugado en el jardín de casa. Ojalá se pueda dar, sería genial”. La herencia de Lilian está a buen recaudo.