El Flamengo tiene 16 jugadores con covid-19

Flamengo, con muchísimas bajas, regresa a la victoria en la Libertadores

Flamengo, con muchísimas bajas, regresa a la victoria en la Libertadores. (AFP) / sport

Joaquim Piera

Joaquim Piera

El Flamengo, aliándose descaradamente al presidente ultraderechista Jair Bolsonaro, fue quien más apretó en Brasil para que volviese a toda costa el fútbol. No importó el precio social de la pandemia. Y el equipo rubronegro, que ahora dirige <strong>Domènec Torrent</strong>, se ha convertido en el gran perjudicado por el covid-19 que castiga con crueldad a Sudamérica.

El vigente campeón del Brasileirao y de la <strong>Libertadores</strong> tiene, ahora mismo, 16 futbolistas de la primera plantilla infectados, lo que debe ser un récord planetario. La suma de positivos alcanza a los 27 entre los componentes de la delegación del club, que estuvieron una semana concentrados en Ecuador para disputar dos partidos de la fase de grupo de la Libertadores. 

<strong>En la lista de bajas hay el propio Domènec Torrent</strong>, que guarda reposo en su domicilio en Río de Janeiro, siete miembros de la comisión técnica, el vicepresidente de Marcos Braz, un directivo y el ínclito presidente, Rodolfo Landim, aliado de Bolsonaro.

El primer equipo solo cuenta con 10 futbolistas profesionales aptos para jugar, que pueden ser dirigidos por los tres auxiliares de Torrent que no han dado positivo: su segundo entrenador, Jordi Guerrero, el analista de desempeño, Jordi Gris y, el preparador físico, Julián Jiménez.

Aplicando la lógica, el Palmeiras – Flamengo, que enfrentará domingo dos candidatos al Brasileiro, ya habría sido suspendido. Sin embargo, según la CBF, como se ha cumplido el protocolo de aislar todos los futbolistas infectados, el encuentro, correspondiente a la 12ª jornada del Brasileirao, podría disputarse.  

El Palmeiras se mantiene firme en su postura que el partido, que puede ser clave en la disputa del título, se juegue como si nada ocurriese.  Es una postura de llevar hasta el límite el sinsentido que la propia dirección del Flamengo provocó al forzar la vuelta del fútbol en Brasil aliándose a Bolsonaro. Hay que recordar, que el Campeonato Carioca se reanudó en el mítico Maracaná, habiendo, en el complejo deportivo, un hospital de campaña para atender a los pacientes graves de covid-19. 

La postura del Flamengo le ha valido una animadversión de todos sus rivales, que ahora quieren hacerle pagar con la misma moneda de la incomprensión y la falta de humanidad.  El principal perjudicado de esta guerra de despachos es, sin duda, Domènec Torrent, ya que su trabajo puede verse seriamente comprometido. 

Si el choque ante el Palmeiras acaba disputándose, el Flamengo lo hará absolutamente en inferioridad de condiciones. Y, por si no hubiera suficiente, la locura del fútbol en época de pandemia en Sudamérica podría tener un nuevo capítulo el próximo miércoles, cuando del Flamengo, esta vez obligado por la Conmebol, podría tener que disputar, en Maracaná, el encuentro de la fase de grupos de la Libertadores, contra el Independiente del Valle, que le endosó un 5-0 el día 17. Este es un choque clave para los brasileños: pueden certificar su clasificación para los octavos de final, pero, al mismo tiempo, en caso de pinchazo, podrían verse comprometidas sus opciones en el torneo continental.

El covid-19 ha hecho auténticos estragos en el Flamengo durante la semana que el equipo estuvo concentrado en Ecuador para jugar los partidos de Libertadores contra el Independiente del Valle y el Barcelona, de Guayaquil (este último lo venció por 1-2 en condiciones muy adversas, con seis futbolistas que ya habían dado positivo). La pandemia ha expuesto, una vez más, la incapacidad manifiesta de  implementar una gestión razonable de los dirigentes brasileños y sudamericanos. Mientras, Domènec Torrent, luchando contra todos los elementos, se desvive para implementar los principios futbolísticos del cruyffismo en el Mengao.