Eduardo Da Silva, dos goles para celebrar su aniversario más triste

Muchos pusieron en duda su recuperación. Los más alarmistas dijeron que no volvería a pisar un terreno de juego en su vida, pero Eduardo da Silva nunca perdió la esperanza. Su fuerza de voluntad le ha permitido volver a jugar con el Arsenal casi un año después de haberlo hecho por última vez y tras sufrir una doble fractura de tibia y peroné de la pierna izquierda.

La dura entrada que Martin Taylor le propinó a Eduardo la tarde del 23 de febrero de 2008 en un Birmingham-Arsenal hizo salir de sus casillas hasta a Arsène Wenger: "Este chico no debería volver a jugar nunca más", dijo sobre Tay-lor. "Si esto es fútbol, mejor pararlo", añadió el técnico de los 'gunners' tras el incidente que ponía en duda el futuro de un jugador por el que ocho meses antes había pagado 15 millones de euros al Dinamo de Zagreb.

Después de muchas horas en el gimnasio y largas sesiones de recuperación, Eduardo cumplió su sueño de volver a enfundarse la camiseta del Arsenal. Lo hizo el lunes, en el partido de la Cup que les enfrentó al Cardiff, en el que marcó dos tantos. "Ha sido el día más feliz de mi carrera porque he demostrado que todavía puedo jugar a fútbol", señaló el goleador, que cinco días antes había vuelto a la alta competición al disputar los últimos 29 minutos del partido que Croacia jugó en Rumanía.

Eduardo, que recibió una atronadora ovación de los aficionados 'gunners', había participado hace dos meses en un partido de los reservas del Arsenal contra los del Portsmouth, pero sólo jugó un tiempo por problemas musculares en la parte posterior del muslo. Al cabo de un tiempo jugó en otro duelo de suplentes contra el Stoke City, en el que marcó un gol... que le fue anulado.

Pero el lunes, en el Emirates Stadium y en un partido 'de verdad', el internacional croata fue el encargado de abrir el camino de la victoria de su equipo al rematar de cabeza un centro de Carlos Vela. Después, tras marcar de penalty, Eduardo corrió hacia la banda para fundirse en un abrazo con Tony Colbert, el preparador físico del equipo que trabajo duramente en la recuperación del futbolista. "Creo que Tony le ha dedicado más tiempo a él que en su mujer", dijo entre risas Wenger tras el partido. "Todos estamos contentos por él.

Eduardo es un jugador que es mentalmente muy fuerte. Nunca he visto que dudara sobre su regreso, ni siquiera un minuto y en cambio he visto muchos jugadores que con lesiones similares a la suya no han vuelto a jugar", explicó el entrenador del Arsenal.

Eduardo tampoco se olvidó de su familia por el apoyo que le ha proporcionado durante el tiempo que duró su inactividad. "Lo celebré besando el anillo de casado porque mi mujer, mi hija y mi familia me han ayudado muchísimo".

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