Exclusiva SPORT

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Nadia Nadim: "El fútbol tiene la capacidad de cambiar el mundo"

Mujer, refugiada afgana, embajadora de la UNESCO y doctora. La futbolista del Racing Louisville atiende a SPORT desde Estados Unidos

"Hemos copiado la forma de entrenar al masculino, y falta mucha investigación sobre la mujer y el deporte para prevenir estas lesiones"

'Nadia', el documental de la futbolista afgana que fue estrella del PSG

'Nadia', el documental de la futbolista afgana que fue estrella del PSG / TACTICA

Maria Tikas

Maria Tikas

Nadia Nadim (2 de enero de 1988, Herāt, Afganistán) es todo lo contrario a lo que se espera, al menos hasta hace nada, de un futbolista. Mujer, refugiada afgana, embajadora de la UNESCO y doctora. Perdió a su padre y a su patria a los diez años, se marchó a Dinamarca huyendo de los talibanes, y en el deporte rey encontró un refugio.

"Tengo la sensación de haber vivido como siete u ocho vidas", explica. La suya es una historia sobre la búsqueda de la identidad y la llevó a la gran pantalla con 'Nadia', uno de los documentales protagonistas del Festival Táctica, sobre fútbol y cine, que se celebró en Barcelona la pasada semana.

La actual jugadora del Racing Louisville y de la selección danesa, ex también del Manchester City y el PSG, atiende a SPORT, desde Estados Unidos, en el tramo final de su proceso de recuperación de la "maldita lesión" que azota al fútbol femenino: la rotura del ligamento cruzado anterior.

Nadia Nadim con el PSG

Nadia Nadim con el PSG / PSG

El tráiler de tu documental empieza con una frase que atrapa: 'La primera vez que vi a una chica jugar al fútbol fue como... oh'.

Fue así. Era, en general, la primera vez que veía a una niña practicando algún tipo de deporte. Estaba en el campo de refugiados en Dinamarca y allí vi la libertad con la que jugaba. Quise llegar a sentir lo mismo. Recuerdo ese día como una iluminación, como si bajase un ángel con música celestial de violines. Al principio había una valla entre esas chicas y yo, y con el tiempo esa valla desapareció. El fútbol me ha dado una vida que nunca hubiese imaginado tener.

Has sufrido mucho durante toda tu vida y solo tienes 35 años. ¿Qué has aprendido?

Mucho. El fútbol ha sido, para mí, una herramienta para educar pero también para aprender. He aprendido idiomas más rápido que nadie, porque los necesitaba, he aprendido sobre la sociedad, sobre mí misma, sobre que podía hacer lo que quisiera y que en realidad no hay límites.

¿Por eso decidiste explicar tu historia en forma de documental?

Exacto. Hoy en día todo cambia y avanza muy rápido y es importante conocer a las personas por quiénes son de verdad y porque, quizás si estás pasando algo parecido, puedes encontrar complicidad en la historia de otras. Nadie quiere abandonar su casa, dejar atrás a su familia y su identidad. Lo haces porque es la única forma de sobrevivir.

"Nadie quiere abandonar su casa, dejar atrás a su familia y su identidad. Lo haces porque es la única forma de sobrevivir".

Y tú eres una superviviente...

Yo tuve la necesidad de volver a mi país, para despedirme en cierta forma de él, nunca tuve la opción de hacerlo ni de ver, por ejemplo, la tumba de mi padre, que fue asesinado. Hui. Y no puedo volver a Afganistán porque soy mujer y por defender todas las causas que defiendo. Así que Anissa Bonnefont [directora del documental] me animó a hacerlo. Y creo que hay gente que puede sentirse identificada con mi historia.

Eres mujer, luchadora, refugiada, doctora... Todo lo que se supone que no tiene que ser un o una futbolista. ¿Hay, todavía, demasiados prejuicios en el mundo del fútbol?

Sí, especialmente en el femenino. Es como si a cada una nos pusieran en una caja para decirte 'estos son tus límites'. Y luego ya, según otros factores, la caja es más pequeña y estás más limitada. Si has nacido en Afganistán, la caja es más pequeña que si lo has hecho en España. Pero aún así estás en una caja y se supone que te tienes que comportar de cierta manera. Y yo no creo en esta "mierda". Al final, es tu vida. Si quieres algo, ve a buscarlo. Y esta es la razón por la que hago tantas cosas. ¿Por qué? Porque puedo hacerlo. Es tu vida, tu esfuerzo, tu energía, tu trabajo... lo que decide lo que puedes o no puedes hacer. Todas esas barreras de prejuicios, fuera. 

El periodista y escritor británico John Carlin dice que el fútbol tiene el poder de llegar a la gente más que cualquier otra cosa. ¿Estás de acuerdo?

Totalmente. Cuando era una niña y estaba en el campo de refugiados no entendía nada de lo que pasaba, tampoco el idioma. El fútbol me abrió los brazos, porque en el campo da igual si eres negro, blanco, judío, musulmán o cristiano. No importa. Eres parte de un equipo, estás luchando por algo común. Queréis ganar juntos y de repente sois como una unidad. Y creo que es algo muy bonito. Creo que el fútbol tiene la capacidad de cambiar el mundo.

¿Y cómo lo haces, tú?

Cuando tenía quince años y vivía en el gueto con mucha gente no europea, mi madre me decía que me escondiese, porque era la única niña que jugaba con los chicos. Y pasaban mujeres y me miraban mal, como diciendo 'por qué una chica está jugando con chicos, no debería'. Mi mentalidad era 'sigue haciendo esto y ya se les pasará'. Estuve así hasta los dieciocho o diecinueve.

Nadia Nadim con Dinamarca

Nadia Nadim con Dinamarca / SPORT

Hasta que...

Debuté con la selección absoluta. Y muchas de las mujeres que me habían mirado con ese desprecio vinieron a mi y me dijeron: "Oye, tengo una hija y quiere jugar al fútbol. ¿Me puedes recomendar un club para que pueda empezar?". Así he podido cambiar opiniones, que es una de las cosas más difíciles de hacer. Porque hay una cultura, unas tradiciones, un contexto en cada persona. Era muy joven y entonces me di cuenta de la capacidad que tenía el fútbol para cambiar algo tan arraigado en las personas.

¿Echas de menos que los futbolistas, en general, usen más su voz para las causas sociales?

Al cien por cien. Creo que tenemos una plataforma y un altavoz enormes y en cierto modo es nuestra obligación. Yo lo he hecho siempre porque nunca me ha importado lo que vaya a pasar con mis patrocinadores. Antes, los deportistas siempre querían mantenerse al margen para no ofender a nadie, porque si te posicionas con algo, siempre habrá un grupo de personas que se pondrán en contra y vas a perder popularidad.

Hay muchos que siguen pensándolo, ¿no?

Pero también creo que hay cada vez más que están dando un paso adelante en este tema, para crear consciencia sobre asuntos en los que creen, y es algo muy bonito. Imagina a alguien como Cristiano Ronaldo, que tiene millones de personas que lo adoran y lo idolatran. Si él habla o se posiciona con una causa, esto afectará a muchísima gente. No lo hará con toda la gente pero sí con un porcentaje de personas que pueden hacer un ‘click’ con algo, al menos cuestionárselo. De nuevo, para mí es así cómo puedes usar el fútbol para hacer un mundo mejor. Para mí es algo muy fácil, pero no para todos. Y espero que cambie. 

La importancia de tener referentes...

Eso es. Yo estoy muy orgullosa de lo que está consiguiendo el fútbol femenino. Lo que el Barça hizo el año pasado con los récords en el Camp Nou era algo inimaginable hace diez años. Muchos equipos lo han seguido y se está convirtiendo en algo habitual. Muchas mujeres han luchado por esto durante años y ahora se están empezando a ver los frutos. Para mí todo esto no es una cuestión económica, aunque sí que tiene que haber una inversión.

¿Y de qué es?

De oportunidades y acceso. Porque da igual que seas niño o niña, o de dónde vengas o cómo seas. Tienes que poder tener la misma oportunidad. Es muy bonito estar viendo el crecimiento del fútbol femenino y creo que todavía no ha tocado techo, va a seguir creciendo. Y creo que, una vez cuelgue las botas, una de mis misiones será llevar el fútbol a partes del mundo donde no hay acceso. A Asia, África o Sudamérica. Espero que este Mundial que viene en verano llegue a retransmitirse en todos sitios para que pueda a servir de inspiración para las niñas. Una inspiración como la que yo tuvo en su momento, la que te contaba al principio.

"La igualdad en el fútbol no es una cuestión meramente económica; es de oportunidades y acceso".

El fútbol femenino empezó a explotar en Europa, a nivel social, justo cuando dejaste París por Estados Unidos. ¿Te da pena no estar viviendo este momento en primera persona?

Sí que es verdad que puntualmente había algún suceso así, de llenar estadios, pero en estos dos años ha empezado a ser mucho más regular hasta casi normalizarlo. Es increíble, sí que me encantaría vivrlo, pero no me arrepiento de nada. Aquí el fútbol femenino también es increíble, en Estados Unidos siempre habían ido un paso adelante. Me hubiese encantado vivirlo también en Europa, pero por otra parte me encanta también verlo como espectadora, como el último Barça-Chelsea. 

¿Cómo estás ahora, en Louisville? ¿Cómo va la recuperación?

Muy bien, me estoy recuperando de la lesión. Me operé a finales de octubre y acabo de empezar a entrenar con el equipo, de momento sin contacto, y supongo que en unas semanas ya podré entrenar al completo. No ha sido nada fácil, pero para mí el fútbol siempre ha sido un refugio y volver a pisar césped ha sido increíble. Me levanto súper contenta cada día.

Una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla, la plaga del fútbol femenino. Como doctora, ¿crees que falta investigación sobre las lesiones en las mujeres deportistas?

Por desgracia hemos visto muchas deportistas sufrir esta lesión últimamente y es la peor, te lo puedo asegurar. Está claro que el fútbol femenino está llegando a un nivel súper profesional, con muchos más entrenamientos, sesiones de preparación, etcétera. Y las expectativas sobre el cuerpo de la mujer han crecido de la misma manera que lo ha hecho el deporte.

Nadia Nadim ya es doctora

Nadia Nadim ya es doctora / LinkedIn

¿Pero?

Hemos copiado la manera de entrenar al fútbol masculino. Y hay que tener muchos factores en cuenta, como el ciclo menstrual. Hay cinco o seis días cada mes en los que estás muy débil. La biología y la fisiología de la mujer son muy diferentes a la de los hombres. Ahora sí que hay más estudios sobre esto, pero todavía no se ha encontrado una solución a cómo entrenar bien, de manera adecuada, para prevenir estas lesiones. Es como tener un Fiat y que se te exija conducir un coche de carreras.

Pero tienes que tener un mejor coche, adecuado, para correr la carrera, porque sino, el coche no podrá aguantarlo. De verdad creo que es posible confeccionar un programa que se ajuste mejor al cuerpo de la mujer. Pero requiere mucha investigación.