El Barça B resiste y conquista el templo del Cornellà

Los azulgranas celebran el gol de Collado

Los azulgranas celebran el gol de Collado / Javi Ferrandiz

Albert Rogé

Albert Rogé

Sufriendo la victoria sabe mejor. Eso deben pensar los jugadores del Barça B tras el partido que disputaron en el feudo del Cornellà. Los de Garcia Pimienta consiguieron los tres puntos gracias a un gran gol de Álex Collado y sudaron de lo lindo para proteger la portería de Iñaki Peña ante un conjunto local que lo intentó todo para empatar el encuentro.

Empezaron bien los azulgranas, conscientes de la dificultad del encuentro. El punto de intensidad era clave para poder igualar el poderío físico de los hombres de Fernández Romo. En esa faceta, el que mejor lo ejemplificó fue Álex Collado. El de Sabadell, que no destaca precisamente por ser alto y fuerte, impregnó a sus compañeros del espíritu de lucha necesario. Y de algo más, ya que suyo fue el único tanto del partido. En una falta provocada por él mismo, el zurdo se la colaba al fondo de la red de Ramón. Lo más complicado ya estaba hecho. Pero aún quedaba mucho. El Cornellà se reactivó rápido tras el gol encajado y se acercó al área azulgrana con un Max Marcet muy activo por banda izquierda. Pudo empatar el extremo tras un remate de cabeza que le detuvo Iñaki Peña. Los de Romo también pidieron un penalti por manos de José Marsà. Sigan sigan, dijo el colegiado. El Barça, que tiraba de oficio, intentaba agitar el partido con un Konrad muy tapado. La única ocasión que el estadounidense pudo zarparse de su defenor, asistía a Ilaix Moriba, que disparaba al palo tras un disparo raso.

En la segunda parte, el guión cambió por completo. Tras una acción inicial de Konrad que se fue a las nubes, el Cornellà se hizo amo y señor del partido. Solo Nico González, con detalles de enorme calidad, podía destacar con balón. En el resto de los minutos, todos a defender. Desde Rey Manaj, que estuvo muy solidario en tareas defensivas, hasta Arnau Comas y Mika Mármol. Partido ejemplar el de los dos centrales, que no se arrugaron ante Pablo Fernández y despejaron todo el peligro que se acercaba al área azulgrana. Los minutos pasaban y el Barça cada vez estaba más metido en su campo. Ya no había marcha atrás. Se tenía que defender como fuera el resultado y así fue. El Barça B más solidario apareció el mejor día posible. Todos dieron el máximo. Luchando cada balón hasta que el colegiado pitó el final del partido. Lo intentó todo el Cornellà, que colgó muchísimos balones pero con poco acierto en la última decisión. Los tres puntos son del Barça B. La primera victoria fuera de casa. Respira el filial azulgrana. Respira Garcia Pimienta.