El diablillo Adrián Sánchez deslumbra en Cancún

El mediapunta malagueño se ha convertido en una de las grandes atracciones del The Football Games Cancún

Adrián es un jugador muy imaginativo y goleador que puede jugar en el centro del campo y en la delantera

Adrián, en una acción contra el Flamengo

Adrián, en una acción contra el Flamengo / Fundación JRM

Jaume Marcet

Jaume Marcet

El Flamengo dejó al Infantil B del Barça sin poder jugar la final de la primera edición del The Football Games Cancún.

Los de Jordi Poma merecieron más pero se han conformado con la medalla de bronce después de superar al Real Madrid en los penaltis para acabar terceros de este singular campeonato.

El diablillo Adrián Sánchez es uno de los futbolistas más destacados de esta generación del 2011.

En su segunda temporada en el Barça se ha convertido en uno de los grandes referentes ofensivos del Infantil B. En este torneo de fútbol-7 Adrián ha vuelto a enloquecer a los defensas rivales gracias a un veneno especial para engañar a los defensas con su habilidad infinita para el regate.

Regateador puro

Su toque de balón es muy especial, tiene un don para domar la pelota y enviarla allá donde quiere. Adrián es muy imaginativo y a la vez resolutivo, ya que regala asistencias y marca goles con mucha facilidad. Cuando esperas un regate, el diablillo chuta y cuando todo parece indicar que el chut es el paso lógico a seguir, el travieso Adrián sorprende con una decisión inesperada.

En Cancún, contra la Real Sociedad marcó uno de los goles del torneo con un lanzamiento de falta magistral. Y contra el Guadalajara, en los cuartos, anotó el gol que clasificaba al Barça para las semifinales. Adrián aúna toque, regate y golpeo de balón, cualidades que disimulan su escasa presencia física.

Mediapunta

Con el '10' en la espalda, Adrián representa como pocos la función del mediapunta clásico, una posición emblemática del fútbol de los años 80 y 90 que parece ahora olvidada en un cajón. Una posición que en el sistema Barça (tanto en el 4-3-3 como en el 3-2-1) no existe como tal, pero el malagueño es muy vivo y sabe adaptarse a la demarcación de interior o a la de falso delantero centro. En ambas demarcaciones el diablillo le añade dosis de malicia a dos demarcaciones clave para el ataque.

Entre líneas, Adri se mueve como pez en el agua, es un pequeño diablillo que la lía con gotas de magia en casi cada acción ofensiva.

De momento el diablillo ha marcado dos goles en Cancún y dos tantos más en el inicio de Liga con el Infantil B. Son cuatro goles que suponen una buena cifra para un jugador que no actúa de delantero centro.

Inventar y sorprender

Estadísticas positivas, pero mucho mejor que los números, lo mejor de Adrián es que es capaz siempre de sorprender. Ya lo decía el periodista argentino Dante Panzeri en su obra Fútbol, dinámica de lo impensado, la gracia de este deporte es su imprevisibilidad.