Opinión

Todos los caminos tienen que conducir a La Masia

Lamine Yamal y Pau Cubarsí con el FC Barcelona

Lamine Yamal y Pau Cubarsí con el FC Barcelona / EFE

Xavi Hernández ha revitalizado a La Masia en sus dos temporadas y media como entrenador del primer equipo del Barça. No es importante la cifra de jugadores que han debutado en su etapa sino los que han crecido y se han consolidado en el primer equipo. Koeman hizo debutar a Gavi y Balde pero ambos explotaron su potencial y se han consolidado como jugadores de élite bajo la dirección del técnico de Terrassa. En esta última temporada, la apuesta por la cantera ha sido todavía mayor. Xavi se ha sacado de la manga a Fermín López, cuando nadie contaba con él, y ha convertido en titulares a dos juveniles de primer año como Lamine Yamal y Pau Cubarsí. Además de estos tres, Héctor Fort y Marc Guiu han rendido a las mil maravillas cuando Xavi les ha dado oportunidades. Con el cambio de entrenador, La Masia debe seguir siendo una apuesta estratégica para el club.

A Hansi Flick no le podemos pedir a corto plazo que tenga ni el conocimiento ni la sensibilidad con el fútbol base del Barça que ha tenido Xavi Herrnández, pero el entrenador alemán deberá entender cuál es la idiosincrasia de su nuevo club. Gran parte de su éxito dependerá de saber adaptarse a las circunstancias y en el contexto económico actual, La Masia es una clave indispensable para ser un club sostenible a medio plazo. El Barça tiene que aprender de su historia y Flick no puede ser para la Quinta de Lamine lo que fue Robson fue para la Quinta del Mini. Estos canteranos son hoy un gran activo que hay que pulir y potenciar independientemente de quién sea el entrenador. Su rendimiento ha sido de lo mejor de esta temporada y bien acompañados todavía podrán rendir mejor.

La apuesta por La Masia tiene que ser por convicción y Flick debe entender que esta es una de las peculiaridades de entrenar al Barça. El alemán querrá construir un equipo más competitivo y para ello es lógico que desee reforzar la plantilla. Los fichajes tienen que llegar pero deben ser compatibles con una apuesta continuada por las jóvenes promesas de la cantera. Los Lamine, Fermín o Cubarsí no son una excepción en La Masia. No son una generación aislada de gran talento que han surgido de manera natural. Son el fruto de una apuesta decidida. Hay muchos más y de gran nivel en el fútbol formativo del Barça que pueden explotar a lo largo de las próximas temporadas. Los Unai, Guille, Pau Prim, Alexis, Toni, Cuenca, Pedro Rodríguez, Ebrima... son el futuro del club y la sostenibilidad económica y deportiva pasa porque ellos sigan creciendo y gozando de oportunidades si se lo ganan en el campo.

A Flick no se le puede pedir ahora que conozca en profundidad a todos ellos, pero debe rodearse de profesionales que le informen del nivel y de las posibilidades de todos estos canteranos. El entrenador alemán querrá construir un equipo competitivo y es lógico que a corto plazo se centre en sacar rendimiento de la primera plantilla pero una de las funciones del entrenador del Barça debe ser estar siempre atento a los talentos que aprietan con fuerza desde abajo. La mirada a la cantera no se puede congelar ni aplazar por qué el inquilino del banquillo no sea un hombre de la casa.

Al final se trata de ser pragmáticos. Los mejores Barças de la historia siempre han tenido una base sólida de jugadores formados en el club. Y para volver a ganar hay que lograr un equilibrio perfecto entre canteranos comprometidos y de calidad y fichajes diferenciales. Solo con La Masia no será suficiente pero solo con refuerzos externos tampoco.