"Es él o yo, sino en conferencia me voy"

'Ricky' trata de relanzar su carrera futbolística

'Ricky' trata de relanzar su carrera futbolística. (AFP) / sport

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Ricardo Centurión debió ser en su momento uno de los jugadores con más proyección en Argentina. Sin embargo, sus indisciplinas y conocido gusto por la vida nocturna terminó por haces estallar a Eduardo Coudet, quien decidió marginarlo del Racing que salión campeón de la última Superliga del país gaucho.

Meses después, Centurión dejó la reserva del equipo y ya se encuentra en México desplegando su fútbol en el San Luis de la Liga MX, cuadro que trata de mantenerse en la máxima división luego de su ascenso al vencer al Dorados de Sinaloa. El jugador contó detalles de la pelea que tuvo con Coudet que terminó en darle un cambio drástico a su carrera.

"Hizo dos cambios en el partido y yo sentía que iba a ser el tercero.Cuando voy con la mejor, me dice: '¿Qué estás cagado?'. No me lo preguntó bien, no me lo dijo en buen tono. Yo no le quise meter leña al fuego. Siguió con gestos. Ahí es cuando aparece Leo Sigali, que le dice que parara un poco. Seguía insultándome y diciéndome cosas. Por eso, lo saco. Cuando da la charla en el entretiempo, yo no lo miraba. Estaba con cara de ojete. Yo no lo disimulaba. Tendría que haber hecho otra cosa. Yo jamás voy a estar cagado (...). River tiene los vestuarios separados y ya con las pulsaciones a mil después del partido, la mejor decisión que tomó él fue no cruzarme. Ya entrando, les dijo a los dirigentes "es el o yo, sino en conferencia yo me voy". No me dejó una opción para que me quedara en el plantel. Pero no me lo dijo a mí, se lo dijo a Milito a las doce de la noche".

Se quejó del planteamiento

"No pateamos al arco ese día.Yo pensé que con el 0-2, cerraba el partido y no me ponía. Salimos con dos cinco de marca. Nunca habíamos jugado con dos cinco de marca y justo con River fuimos a especular", dijo.

"Yo sabía que había hecho una cagada muy fuerte, ahora no me imaginé lo demás. Me podía imaginar una multa económica o sacarme del equipo. O que me dijera: 'Loco conmigo no juegas más, pero entrénate con el grupo'. Eso me lo imaginaba. Ahora, que no me llamaran ni me contestaran... Cuando fui a hablarle, no me recibió. Con el Chacho siempre he hablado. Era uno de los que más le hablaba". 

No fue la primera vez

"Por cómo lo vive el Chacho, yo ya había tenido un roce. No me acuerdo contra quién, yo tenía que ir al primer palo y buscar la corta de Pol Fernández. En ese momento me olvidé. Cuando miro al banco, Coudet estaba con los brazos abiertos, gesticulando. No me cayó bien. Ganamos y cuando terminó el partido y entró al vestuario diciendo 'bien, bien', yo le contesté: 'Bien no, Chacho. Me levantaste los brazos y estabas a los gritos. Me tirás abajo. Yo soy más calentón que tú. Esto no es Central, esto es Racing. Hoy estamos en las buenas, pero en las malas sé como se vive'. Estaban todos mis compañeros. Se fue mal a la casa. Le acepté las disculpas, pero ya había quedado algo. Y lo del Monumental fue la gota que rebasó el vaso", finalizó.