Ronaldo, un extraterrestre en el Camp Nou

Su temporada en el Barça puso en duda el trono de Maradona, Pelé y Cruyff, así de bueno era ‘el fenómeno’

Ronaldo parecía haber venido del futuro para conquistar el presente. Su gol al Compostela asombró al mundo

Ronaldo, un extraterrestre en el Camp Nou

Ronaldo, un extraterrestre en el Camp Nou / SPORT.es

Dídac Peyret

Dídac Peyret

Un extraterrestre pasó por Santiago. “Imagínate que le pides a Dios que te convierta en el mejor futbolista del mundo...y que te escucha”, así empezaba un anuncio de Nike con las imágenes de Ronaldo atropellando a todos los futbolistas del Compostela un 12 de octubre en la séptima jornada de la Liga 1996-97. Aquello fue de otro planeta. Una demostración de superioridad tan salvaje que ni siquiera él mismo pudo volver a repetir

Nunca más se vio una versión como esa de Ronaldo Nazario y no ha habido otro delantero tan devastador. Era sencillamente el ariete perfecto: un tren de alta velocidad con precisión alemana. Una manada de atletas con técnica maradoniana. Ese año Ronaldo puso en duda el trono de Maradona, de Pelé, de Cruyff

Nadie recuerda nada igual, pero él ya avisó en pretemporada. Su carta de presentación fueron dos goles (acabaría marcando 47) y una cola de vaca en la Supercopa contra el Atlético en el estadi Olímpic (5-2). Fue solo el principio de un fenómeno irrepetible con goles memorables como ante el Valencia (un tren de alta velocidad pasó por encima de la defensa) o el Deportivo, con un arrebato en los últimos instantes del partido. 

Su llegada fue tan surrealista como su salida. Gaspart logró el fichaje de estraperlo. “Me tuve que disfrazar de camarero para subir al piso del hotel en el que estaba Ronaldo. Fui llevando una Coca-Cola, con un camarero, y diciendo que era para un jugador de Brasil. Él estaba en su habitación. Y allí, en la cama, firmamos el contrato”, rememoró en ‘La Gradería’. El 19 de junio de 1997 iba a firmar su renovación, la mañana siguiente era jugador del Inter. El divorcio era oficial, el culé no se lo creía.