Lituania, la muralla a octavos

La selección española afronta a partir de mañana la fase decisiva del Eurobasket con la disputa de los octavos de final ante Lituania. A partir de ahora ya es un cara o cruz, ganar para seguir avanzando o perder y para casa.

Lo avanzó, en modo irónico el propio Sergio Scariolo, cuando cuestionado sobre la selección lituana espetó: “Cuando ves que te toca Lituania, que ha sido cuarta, te da la risa”. Y no es para menos, porque pese a haber acabado cuarta del Grupo B por detrás de Eslovenia, Alemania y Francia, el combinado que dirige Kazys Maksvytis se antoja como un muro para las aspiraciones de los Willy Hernangómez y compañía.

NO GANAN DESDE 2010

Los precedentes, sobre el papel, son favorables para la selección española, que encajó su última derrota ante Lituania hace 12 años, en el Mundial de 2010 (76-73). Después los hispanos les han derrotado en los Eurobasket de 2011 (91-79) y 2015 (80-63), y, la última oficialmente, en los Juegos de Río (109-59).

Pero todo eso ya es historia y no condicionará el desenlace de mañana, si acaso para los lituanos, que tienen ‘cuentas pendientes’ con España. Si sirve como referencia, en la preparación de agosto ambas selecciones se enfrentaron en dos ocasiones y en ambas los bálticos fueron superiores: en Gran Canaria por 77-82 y en Vilnius 78-77.

Tocó el peor de los mejores

Aunque todos, absolutamente todos, aseguran que Lituania es el rival menos ‘dañino’ que podía tocar -nadie quería ni en pintura a Eslovenia, Alemania o Francia-, la mayor fortaleza de los bálticos y la gran amenaza será el dúo que conforman en la pintura los NBA Jonas Valanciunas (New Orleans Pelicans, 2,13) y Domas Sabonis (Sacramento Kings, 2,11), el hijo del legendario Arvydas Sabonis. Frenarlos será la clave que puede decantar el duelo.

Junto a esta pareja de líderes, el equipo se complementa con exteriores como Mindaugas Kuzminskas e Ignas Brazdeikis, el base del Barça Rokas Jokubaitis y los veteranos Lukas Lekavicius (base), Arnas Butkevicius (alero) y Marius Grigonis (alero). Contrarrestar la gran entidad física de Lituania será el gran quebradero de cabeza para los de Scariolo. El desenlace, mañana en Berlín.