Hay vida después de los Gasol

Sergio Scariolo ha diseñado un bloque más coral, capaz de competir por todo

Rudy Fernández es el capitán y nexo de unión entre la generación de oro y la joven Familia

X. Serrano

Se suceden los torneos, los ídolos se retiran y España continúa en la cúspide del baloncesto FIBA. El 3 de agosto de 2021 parecía marcar un punto y final en la etapa más laureada de la selección española. En el Súper Arena de Saitama, el equipo entrenado por Sergio Scariolo cayó a manos de Estados Unidos (81-95) en los cuartos de final de los Juegos Olímpicos de Tokio.

Con esta derrota, el mejor baloncestista español de todos los tiempos, Pau Gasol, colgaba las botas a los 41 años. Con 36, Marc también daría un paso al costado como internacional. Como antes lo hicieron otros jugadores inigualables de la talla de Juan Carlos Navarro.  

Soplaban vientos de renovación, no quedaba otra alternativa, y el Eurobasket se presentaba como un exigente desafío para una selección en plano relevo generacional. Por primera vez en muchos años, España llegaba a la cita fuera de la lista de favoritos y sin una estrella de alcance mundial.

No solo eso. La Familia llegaba sin su jugador más decisivo, el lesionado Ricky Rubio, y a pocos días del torneo perdía por otro contratiempo físico a Sergio Llull, que sería reemplazado por Alberto Díaz. Por no hablar de la polémica generada por la nacionalización exprés del estadounidense Lorenzo Brown, sin vínculo alguno con el país. 

Todos los ingredientes auguraban un cambio de ciclo. La hora de la Serbia de Jokic, la Grecia de Antetokounmpo o la Eslovenia de Doncic. Eso decía la teoría, pero a la hora de la verdad el equipo de Scariolo ha demostrado poseer un irreductible gen competitivo, donde el grupo prevalece por encima de cualquier individualidad. 

Rudy Fernández, el corazón de la selección

Al frente marcha Rudy Fernández, el pegamento de esta selección. El capitán, a sus 37 años, lidera dentro y, sobre todo, fuera de la pista a un grupo tan bisoño. Sobran los ejemplos. Como la bronca que protagonizó al descanso de los cuartos de Finlandia y desencadenó la remontada final (100-90). O el paso al frente en octavos para vencer a Lituania en la prórroga (102-94)“Rudy es el nexo entre la generación de oro y esta selección que estamos aquí ahora”, resumía Darío Brizuela

El mallorquín marca el listón físico en defensa y todos le siguen, pues la defensa ha sido una de las claves para explicar el éxito de España. Gran parte del mérito es también de Scariolo y su riqueza táctica, como también de los ejecutores sobre la pista. Quizás ninguno tan querido por la afición como Alberto Díaz. “Iba a verlo desde el sofá de mi casa y voy a jugar una final”, afirmaba entre lágrimas tras ganar a Alemania

Brown, Garuba y los Hernangómez

Sin la presión de otras ocasiones, pero con la ilusión de reivindicarse, España fue ganando confianza a medida que superaba rondas. La última gesta, vencer a Alemania con 15.000 gargantas alentando al anfitrión (91-96). Resultó decisiva la irrupción ofensiva de Brown, autor de 29 puntos, como ya sucedió ante Lituania (28). En un bloque tan entregado, pero sin un gran anotador, el talento individual del estadounidense ha sido clave para romper partidos desde el perímetro. También ha sido notable su labor como asistente y director de juego. 

Una amenaza que facilita el trabajo a los hermanos Hernangómez en la pintura. Willy, máximo anotador (17,6 ) y reboteador español (6,8), es el referente en la zona. Su edad, 28 años, y trayectoria en la selección le obligaban a serlo y no ha defraudado. 

También ha dado un paso adelante Juancho. Firme en defensa, certero y solidario en ataque, y, sobre todo, fuerte mentalmente. Tras un año difícil en la NBA, después de perderse los Juegos de Tokio, el alero ha sido sinónimo de fiabilidad en este Eurobasket.

Otro nombre propio ha sido Usman Garuba. Llegaba entre algodones, pero Scariolo quiso esperarlo y el pívot de los Rockets le ha dado la razón. Un muro en defensa, pero también muy valioso en ataque por sus bloqueos y visión de juego. Los puntales de la nueva Familia.