La nueva apuesta futbolística del Espanyol

Dos partidos, en Montilivi y Cornellà, ante Girona y Las Palmas son los primeros ensayos para ir conocido la idea futbolística de David Gallego en el banquillo del primer equipo del Espanyol. El nuevo técnico va introduciendo poco a poco su ADN futbolístico y tiene por delante tres jornadas más para acabar de convencer a los máximos responsables –deportivos y no deportivos– de la entidad para arrancar la próxima temporada desde el inicio. 

Cambio de filosofía, el balón protagonista

En Montilivi pocas conclusiones pudieron sacarse porque el nuevo mister solo tuvo unas horas para trabajar y, lógicamente, poca huella pudo dejar en el equipo. El choque del pasado sábado es mejor referencia. En el Espanyol-Las Palmas, al margen del resultado (1-1), se confirmó que la filosofía del preparador tiene matices muy diferentes a la de Quique. De un equipo que cedía la iniciativa al rival se ha pasado a un conjunto que quiere el balón y se siente cómodo controlando el ritmo del partido con el cuero. Esa es la principal diferencia. Los laterales con David Gallego tienen más protagonismo. Se llega al área rival combinando más, creando más; el robo y juego directo, mediante el contragolpe, ha perdido protagonismo.

Arranque con resultados esperanzadores

Los primeros resultados conseguidos están fortaleciendo la apuesta de David Gallego y, claro, su candidatura de futuro. De los seis puntos disputados, el nuevo Espanyol ha sumado cuatro. No es una mala estadística aunque es tal el malestar y decepción en la afición blanquiazul que, quizá, ha pasado desapercibido y no se le ha dado el auténtico valor a lo conseguido. Muy difícil tiene el nuevo técnico para cambiar las sensaciones del entorno, muy ‘quemado’ por una temporada desilusionante, pero la dinámica de resultados está siendo interesante en este inicio de la nueva era.

combinación de experiencia y cantera

El nuevo entrenador ha apostado por una combinación de experiencia y juventud. Ha dado, por ejemplo, la titularidad a los cinco capitanes del equipo (Javi López, David López, Víctor Sánchez, Sergio García y Gerard Moreno), pero al mismo tiempo la base principal de las dos alineaciones que ha presentado es la cantera. El sábado, por ejemplo, recuperó a Marc Roca que llevaba toda una vuelta fuera del equipo. No defraudó. O tiene un sitio la próxima temporada en el primer equipo o debe ser cedido para ver hasta donde puede llegar, todo menos estar una campaña más en la grada que solo perjudicará su evolución como futbolista. La presencia de los capitanes como titulares es significativa. Son los ‘pesos pesados’ del vestuario, que ha tenido una gran influencia en las decisiones tomadas en las últimas semanas.

El papel de Sergi Darder y Sergio García

Sergi Darder y Sergio García (al margen de Gerard Moreno que analizamos posteriormente) son dos de los nombres propios en el nuevo Espanyol. David Gallego los ha cambiado. El centrocampista balear se ha liberado con el cambio de entrenador. El nuevo técnico le da más libertad de movimientos al situarlo como pivote organizador y Darder, sin alcanzar el nivel que sin duda espera, se le ve mucho más suelto y atrevido con el balón. Ha dado síntomas del protagonismo que tendrá en el futuro. Buena señal.

A Sergio García, por su parte, lo ha situado como ‘9’, liberado de la banda donde tenía mucho desgaste físico o del trabajo como enlace o segundo punta. Gallego ha entendido que, a su edad, el futbolista está para lo que está, para aprovechar su calidad en el área. El sábado dio la aistencia del gol.

Gerard Moreno, el ‘killer’ recuperado

Y por último, y por encima de todos, Gerard Moreno. El ‘killer’ está de vuelta. Gerard ha firmado los tres goles del Espanyol en estas dos jornadas. Es la única pieza imprescindible del Espanyol. Si el catalán ya fue clave e intocable para Quique, está siendo un chollo para Gallego. Ha recuperado el gol y sus tres dianas han permitido sumar los cuatro puntos en la nueva era del equipo. Ha retrasado un poco su posición, jugando por detrás de Sergio García, pero no ha perdido su olfato goleador. Está ante una temporada histórica.