Gerard Moreno tiñe el derbi de blanquiazul

Sergi Montes

Puede sonar exagerado decir que “x” jugador es medio equipo de “x” conjunto. Pero no en el caso de Gerard Moreno. El delantero blanquiazul, en el debut de David Gallego, volvió a echarse al Espanyol en sus hombros para consumar la victoria en el derbi ante el Girona, romper la mala racha de los suyos y acabar con una sequía goleadora que era sangrante. Todo, con un doblete que le permite sumar 14 goles en esta Liga. La mitad de los 28 del Espanyol.

Enfrente, los de Pablo Machín asistieron atónitos a unos 45 primeros minutos de claro color rojiblanco pero con la fortuna siendo esquiva a sus intereses. Al final, derrota dura en casa y el sueño europeo que queda algo más lejos a cuatro jornadas para el cierre de la temporada.

En el primer tiempo, el Girona demostró que es más equipo que el Espanyol pero la falta de contundencia ante un Pau soberbio le hizo llegar al descanso en desventaja. Los blanquiazules se asomaron una vez con peligro al área de Bono y lo aprovecharon para marcar. El de siempre, Gerard Moreno, recogió un balón puesto al segundo para controlarlo, domarlo y fusilar al meta marroquí.

Antes, los gerundenses gozaron de varias ocasiones muy claras. Portu, percutiendo una y otra vez por la banda de Aarón, no cabeceó bien un balón que ya se cantaba como gol en Montilivi. Juanpe, a bocajarro, se encontró con la oposición del meta blanquiazul en una ocasión pintiparada. Y Pere Pons, al filo del asueto, volvió a toparse con la manopla salvadora del portero.

La reanudación no deparó cambio alguno en el guión, calcado al inicio del encuentro. Portu, el mejor de los rojiblancos, no cazó bien un balón suelto en el área y acabó condenando a los suyos. Un sensacional pase de Darder lo definió con maestría Gerard Moreno, otra vez, para batir a Bono de sutil vaselina y dejar el duelo visto para sentencia. Con el 0-2, los cambios y la renovada solidez periquita refrendaron minuto a minuto el triunfo blanquiazul en la vigilia de Sant Jordi.