El ascenso, propósito de año nuevo para el Espanyol

Borrón y cuenta nueva. El Espanyol celebra la entrada del año como un punto de inflexión para dar carpetazo definitivo a un 2023 para el olvido y comenzar a redactar su lista de propósitos, en los que el ascenso destaca por encima del resto. Más que un deseo se concibe como una obligación y, a pesar de los malos resultados cosechados en el último mes, es un objetivo que no parece tan distante.

Arnau Puigmal, en la agenda del Espanyol

Diciembre dejó un balance de tres empates y una derrota para los de Luis Miguel Ramis, el último de los tres técnicos que ha dirigido al conjunto blanquiazul en 2023. La inestabilidad en el banquillo sirve como reflejo de un año que comenzó con ilusión y termina con sensación de desencanto, aunque con un enorme margen de reacción. No en vano, el ascenso directo se sitúa a apenas tres puntos de distancia.

El año en los banquillos comenzó con Diego Martínez, cuyo proyecto ya mostraba síntomas de ser perecedero. El Espanyol tomó la decisión de prescindir de sus servicios demasiado tarde para dar paso a un técnico de la casa, Luis García. El asturiano acarició el milagro de la permanencia, pero un arranque con altos y bajos en la categoría de plata terminó por costarle el puesto. Luis Miguel Ramis, el último en llegar, todavía no ha logrado reconducir el rumbo.

Precedente esperanzador

A pesar de las malas sensaciones, existen muchos motivos que invitan al optimismo. El Espanyol cuenta con una de las mejores plantillas de LaLiga Hypermotion, con jugadores ampliamente contrastados en la élite como Pacheco, Braithwaite y Puado, el máximo goleador de la categoría junto al exazulgrana 'Peque', entre sus filas.

Además, el precedente dicta que el club está acostumbrado a ascensos rápidos. El Espanyol nunca ha necesitado más de una temporada para regresar a Primera División en las cinco ocasiones que ha militado en la categoría de plata. Este año buscará la sexta.